Latinoamérica habló de sus tradiciones culturales en un foro de moda en Moscú

Dulce María Martínez de la Rosa, directora creativa de Fábrica Social, visitó recientemente Moscú con motivo de la BRICS+ Fashion Summit. La diseñadora mexicana destaca que la misión de su marca se alinea con el objetivo crucial del foro de la moda de crear un lenguaje anticolonialista que permita a los artesanos expresar su estética y desarrollar su lenguaje visual único. Fábrica Social trabaja para preservar las técnicas artesanales tradicionales y mostrar al mundo las exquisitas creaciones de los artesanos. Dulce María Martínez de la Rosa trajo estas obras maestras a Moscú para la exposición Heritage, celebrada durante la Cumbre.

La diseñadora mexicana destaca que la misión de su marca se alinea con el objetivo crucial del foro de la moda de crear un lenguaje anticolonialista que permita a los artesanos expresar su estética y desarrollar su lenguaje visual único. Fábrica Social trabaja para preservar las técnicas artesanales tradicionales y mostrar al mundo las exquisitas creaciones de los artesanos. Dulce María Martínez de la Rosa trajo estas obras maestras a Moscú para la exposición Heritage, celebrada durante la Cumbre.

Al preguntarle por qué decidió apoyar las prácticas artesanales tradicionales en un mundo de tendencias que cambian rápidamente, la directora creativa de la marca compartió su conexión personal con la causa. Explicó: «Mi padre es descendiente de nativos mexicanos y yo crecí visitando a mi abuela, que era tejedora en una zona rural de México. Después de la universidad tuve la oportunidad de trabajar con artesanos mayas, viví allí y me di cuenta de lo importante que es la forma de vivir y experimentar el mundo en el México rural y también comprendí cómo este contexto rural también podía existir conservando las técnicas tradicionales y creando formas de ganarse la vida a través de ellas», dijo.

Dulce María Martínez de la Rosa opina: «Incluso en los países emergentes si no haces las cosas como dictan las industrias occidentales no podrás participar en ningún debate sobre moda ni te tomarán en serio, lo que me encanta de este evento es que se tomó muy en serio a la gente que está intentando hacer las cosas de una forma diferente, una forma más responsable social y ecológicamente. Lo que me encanta de la exposición 'Heritage' y de la BRICS+ Fashion Summit es que está totalmente relacionada con la cultura y la sociedad».

La recién creada Federación Internacional de la Moda de los BRICS (BRICS International Fashion Federation), anunciada en la BRICS+ Fashion Summit por representantes de 55 países, pretende promover las prácticas ecológicas y las culturas nacionales al tiempo que apoya a las marcas emergentes y fomenta las asociaciones globales de la industria.

La Moscow Fashion Week, celebrada conjuntamente con la BRICS+ Fashion Summit, exhibió a diseñadores que aplican prácticas sostenibles. Evelyn Valverde, fundadora de Eve Valverde de Costa Rica, que presentó su nueva colección en la Moscow Fashion Week, expuso su postura responsable: «Utilizamos materiales naturales y ecológicos, como el lino y el algodón orgánico, que son biodegradables. Nuestras prendas están pintadas a mano, lo que no sólo les da un toque personal sino que también minimiza nuestra dependencia de los procesos industriales, que tienden a generar más residuos. Nos regimos por los principios de la moda lenta, produciendo pequeñas cantidades para evitar excedentes».

La marca rusa Lubovi presentó su colección en la Moscow Fashion Week, demostrando la capacidad de adoptar los principios de la moda lenta y crear diseños atemporales que siguen siendo relevantes más allá de una sola temporada. Maison Revolta se inspiró en el espacio y en el histórico vuelo espacial de Valentina Tereshkova, la primera mujer cosmonauta de la Unión Soviética. El diseñador de la marca brasileña utilizó tela vaquera elaborada con algodón 100% regenerativo, que promueve la biodiversidad del suelo. La marca Inniki se inspiró en la cultura local del Lejano Oriente para su colección, incorporando patrones tradicionales en una interpretación moderna y utilizando tejidos naturales.

La alineación multicultural de más de 83 desfiles de moda en la Moscow Fashion Week, con diseñadores de varios países como los EAU, China, Costa Rica, Brasil, Sudáfrica, India e Indonesia, puso de relieve un esfuerzo colectivo para mejorar la sostenibilidad y la diversidad de la moda. Esto demostró la emergencia de Moscú como nuevo centro de la moda para las naciones emergentes.