Regresa Chanoc con aventuras de mar y selva
La historieta realizada durante más de 50 años por el dibujante Ángel Mora, ex colaborador de MILENIO, incluirá algunos relatos inéditos en cada entrega, adelanta su hija.
Tsekub Baloyán, el alegre y entusiasta bebedor de cañabar, y su ahijado, Chanoc, el Cachorro de mar, volverán a las andadas en su entrañable pueblo pesquero de Ixtac. Este regreso se debe a la edición especial de Chanoc, aventuras de mar y selva, una historieta de humor creada en 1959, que dejó de circular como tal en 2009, y que después se publicó como tira en MILENIO, siempre a cargo de Ángel Mora Suárez.
Tras el fallecimiento de este dibujante, el pasado 28 de julio, y a propósito de sus 70 años de trayectoria, Editorial Porrúa realizará la edición, aunque ya la preparaba con Mora, comentó a MILENIO Martha Rodríguez, su hija.
“Será —dijo— una recopilación o compendio de los cuentos que se publicaron en su tiempo. Serán 15 libros con 10 historietas cada uno; el primer tomo va a salir con dos historias inéditas, y ocho números subsecuentes van a contar con una historia nueva cada uno.
“La idea era que se publicara una historieta nueva por cada libro, pero las circunstancias lo impidieron. Estamos planeando las fechas; ahora nos encontramos en la revisión. Ángel dejó muy adelantado el trabajo, pero no queremos lanzarlo hasta que no estén ya hechos los números subsecuentes porque es mucho trabajo por el tipo de dibujo y de historia”.
Con este trabajo editorial se reconoce, según Agustín Sánchez González, investigador especializado en el desarrollo de la caricatura en México, “a uno de los últimos grandes dibujantes de la historieta mexicana que, aunque mucha gente piense lo contrario, desde mi punto de vista está muerta como fenómeno masivo desde hace un buen rato”.
“Mora es parte de esa generación de dibujantes como Sixto Valencia (Memín Pinguín) y Gabriel Vargas (La familia Burrón), que formaron parte de una camada de grandes artistas. Mora no se circunscribe solo a Chanoc, sino que fue parte importante del desarrollo de esta gráfica.
“Ellos hicieron de la historieta un género que era parte de un México mucho más culto, paradójicamente, mientras que hoy la gente ya casi no lee; antes leía historietas, que eran cultura popular, muchas de las cuales eran adaptaciones de la literatura clásica. Hoy ya no hay nada de eso”, dice el especialista.
El historiador refirió que Chanoc, creado y originalmente escrito por Ángel Martín de Lucenay y dibujado por Mora, tuvo una impresión de un millón de ejemplares semanales durante 22 años. La historieta apareció el 15 de octubre de 1959 con un costo de un peso, impreso en 32 páginas a color por Publicaciones Herrerías.
Tras 20 ediciones y al morir Lucenay, se incorporó el guionista Pedro Zapiáin, con quien Mora viajaba para conocer la realidad de Veracruz y Tabasco para darle realismo a su trabajo, según recuerda la hija del dibujante. De aquí que, por ejemplo, le se reconoce como una publicación pionera del movimiento ecologista. “En mis años de infancia vi en las historietas de Chanoc un nuevo modelo de héroe”, explicó a MILENIO el ambientalista César Castro Thames, de la Asociación para la Integración y la Acción Regional.
“Las hazañas del valiente pescador defensor de los ecosistemas costeros y de la fauna marina me dieron pautas importantes sobre el respeto por el mundo natural”, añadió.
ELEGANCIA Y PITORREO
A principios de los años 70, Mora dejó de hacer Chanoc para enfocarse en Alma Grande y El Payo, que, como aquella, fueron llevadas al cine; el “hombre rojo”, significado maya de Chanoc, fue interpretado por actores como Andrés García, Gregorio Casal y Humberto Gurza; Chano Urueta, Germán Valdés Tin Tan y su hermano Manuel el Loco Valdés interpretaron al viejo Tsekub.
En opinión del crítico de cine Rafael Aviña, las casi 10 cintas sobre la historieta nunca tuvieron el impacto que tuvo ésta, en parte porque para ese entonces “el público ya había dado la espalda al cine nacional, que ya venía en franca picada. Lo fascinante con estas historias, como Chanoc, Kalimán y otras, es que, siendo escritas, moldearon a una generación”.
Ya cerca de los años 90, Mora publicó Chanoc ocasionalmente y en los últimos días como tira en MILENIO.
“El trabajo de Mora destaca por el juego entre un dibujo muy coloquial y costumbrista, pero también por un conocimiento anatómico muy importante: por un lado plantea una gran elegancia en los cuerpos y, por otro, de un gran pitorreo cuando dibuja a Suk y Puk, por ejemplo. Su obra se caracteriza por una gran calidad estética, y por todo esto se queda tan presente a pesar de haber varios dibujantes en nuestro país”, señaló Sánchez González.
Así, la nueva edición es una oportunidad para volver a apreciar a uno de los últimos grandes maestros de la historieta mexicana.
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