El Puebla se lleva apretado triunfo ante el Atlas
El equipo poblano pasó por encima de los zorros en el Estadio Jalisco.
Un sube y baja de emociones el que se vivió en la victoria del Puebla 1-0 frente al Atlas a domicilio. Ambos equipos se encargaron de llevar las emociones al límite a la gente, pero no precisamente por un duelo lleno de goles y jugadas de peligro. Gritos, insultos, desesperación y el árbitro Adonai Escobedo como uno de los actores han dejado un sabor amargo en la Fiel tapatía y un aviso de investigación de parte de la Comisión Disciplinaria sobre el Estadio Jalisco.
Noche de reencuentro. Para curar viejas heridas y en donde la afición rojinegra demostró una vez más que, pese a resultados, su equipo no estará solo. Son cuatro torneos al hilo en los que Atlas no logra liguilla, pero una victoria ante Cruz Azul y la presentación del equipo en el Clausura 2020 metieron más de 40 mil almas al Monumental.
En cancha, el equipo fue de más a menos en la primera mitad. Una modificación con respecto al juego de la semana pasada, el ingreso de Mauricio Cuero como volante por derecha en lugar de Jesús Isijara, el resto, los mismos iniciales el Estadio Azteca.
Eso sí, el esquema fue distinto. Cufré probó con dos volantes inferiores, el chico Jeremy Márquez y el argentino Luciano Acosta por detrás de Ignacio Jeraldino. Lorenzo Reyes como cinco. Los Zorros querían más presencia en tres cuartos de cancha de zona enemiga.
Al principio ayudó. Al 15’ Jeraldino la tuvo. Centro de Mauricio Cuero que fue proyectado por Jeremy, el chileno remató incómodo y en el camino Nicolás Vikonis se encontró con el balón para atajar. Primer aviso del local.
Puebla niveló el juego en la medida que avanzaron los minutos, Osvaldo Martínez como comandante. Ex rojinegro que no fue muy bien recibido por la gente. Al 32’ combinó con Christian Marrugo, la pared le dejó solo para centrar al “Polaco” Menéndez que de cabeza puso el 1-0 para la Franja.
El segundo tiempo fue la gota que derramó el vaso, pero no precisamente por emociones en las porterías. Expulsiones, partido detenido, diálogo entre el capitán atlista y uno de los líderes de la barra.
Al 61’ los Camoteros se quedaron con uno menos por la expulsión de Pablo González por doble tarjeta amarilla. El momento pudo ser aprovechado, pero el juego fue momentáneamente suspendido debido al grito discriminatorio que la Federación trata de erradicar.
Pero no fue una, sino en dos ocasiones, de hecho, Martín Nervo en su papel de capitán se acercó a la zona baja norte del estadio donde se instala la Barra 51 para pedir mesura a los aficionados. El grito se siguió presentado, pero el árbitro Adonai Escobedo hizo oídos sordos, el sonido local solamente informó que la situación del estadio será analizada por la Comisión Disciplinaria.
Puebla contra su marco y tratando de consumir cada minuto del agrado y la desesperación de la gente en la grada, banquillo local y futbolistas en la cancha. El Jalisco era una sucursal del manicomio, pero los puntos de los llevó el visitante. Atlas cayó en el debut frente a su gente.
AZ.
Un sube y baja de emociones el que se vivió en la victoria del Puebla 1-0 frente al Atlas a domicilio. Ambos equipos se encargaron de llevar las emociones al límite a la gente, pero no precisamente por un duelo lleno de goles y jugadas de peligro. Gritos, insultos, desesperación y el árbitro Adonai Escobedo como uno de los actores han dejado un sabor amargo en la Fiel tapatía y un aviso de investigación de parte de la Comisión Disciplinaria sobre el Estadio Jalisco.
Noche de reencuentro. Para curar viejas heridas y en donde la afición rojinegra demostró una vez más que, pese a resultados, su equipo no estará solo. Son cuatro torneos al hilo en los que Atlas no logra liguilla, pero una victoria ante Cruz Azul y la presentación del equipo en el Clausura 2020 metieron más de 40 mil almas al Monumental.
En cancha, el equipo fue de más a menos en la primera mitad. Una modificación con respecto al juego de la semana pasada, el ingreso de Mauricio Cuero como volante por derecha en lugar de Jesús Isijara, el resto, los mismos iniciales el Estadio Azteca.
Eso sí, el esquema fue distinto. Cufré probó con dos volantes inferiores, el chico Jeremy Márquez y el argentino Luciano Acosta por detrás de Ignacio Jeraldino. Lorenzo Reyes como cinco. Los Zorros querían más presencia en tres cuartos de cancha de zona enemiga.
Al principio ayudó. Al 15’ Jeraldino la tuvo. Centro de Mauricio Cuero que fue proyectado por Jeremy, el chileno remató incómodo y en el camino Nicolás Vikonis se encontró con el balón para atajar. Primer aviso del local.
Puebla niveló el juego en la medida que avanzaron los minutos, Osvaldo Martínez como comandante. Ex rojinegro que no fue muy bien recibido por la gente. Al 32’ combinó con Christian Marrugo, la pared le dejó solo para centrar al “Polaco” Menéndez que de cabeza puso el 1-0 para la Franja.
El segundo tiempo fue la gota que derramó el vaso, pero no precisamente por emociones en las porterías. Expulsiones, partido detenido, diálogo entre el capitán atlista y uno de los líderes de la barra.
Al 61’ los Camoteros se quedaron con uno menos por la expulsión de Pablo González por doble tarjeta amarilla. El momento pudo ser aprovechado, pero el juego fue momentáneamente suspendido debido al grito discriminatorio que la Federación trata de erradicar.
Pero no fue una, sino en dos ocasiones, de hecho, Martín Nervo en su papel de capitán se acercó a la zona baja norte del estadio donde se instala la Barra 51 para pedir mesura a los aficionados. El grito se siguió presentado, pero el árbitro Adonai Escobedo hizo oídos sordos, el sonido local solamente informó que la situación del estadio será analizada por la Comisión Disciplinaria.
Puebla contra su marco y tratando de consumir cada minuto del agrado y la desesperación de la gente en la grada, banquillo local y futbolistas en la cancha. El Jalisco era una sucursal del manicomio, pero los puntos de los llevó el visitante. Atlas cayó en el debut frente a su gente.
AZ.
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