En Tigres el medio campo lleva al equipo

Pensar en el Tigres de Ricardo Ferretti, en su tercera etapa, es tener muy clara la relevancia que tiene el centro del campo. “Contención” le decimos en México, “mediocentro” en España, el “6” en Argentina, llámese como se llame, es fundamental para este equipo.

Volantes centrales del ayer y hoy

Antes fueron Del Olmo, Juan Montano, Felipe Ayala y Sancho, ahora ha tocado ver a Viniegra, Salcido, Arévalo, Larry Vásquez, Guido Pizarro y Rafael Carioca y tocará observar con alta exigencia a Jordan Sierra, considerando que Guido o Rafael (o ambos) se perderían el duelo ante Atlas .

Fundamento básico

Esa zona medular tiene la función principal de recuperar la pelota y hacer las coberturas necesarias a los centrales y laterales, tal vez no es de las posiciones donde más se ha invertido, pero sí en donde más se trabaja y énfasis en indicaciones se tiene.

Los esporádicos

Hemos visto a otros “experimentos” en esa zona, como Israel Jiménez, Lucas Zelarayán y Carlos Salcedo, no todos con el rol de “recuperador”, algunos más enfocados a ser complemento, y por supuesto hay que considerar a Dueñas que ha sido fiel escudero de diferentes “contenciones” en esta etapa.

¿Y la generación ofensiva?

No hay muchas estructuras diferentes que utilice Tigres a lo largo de estos 19 torneos completos y el inicio del vigésimo, mayormente ha sido 4-2-3-1, variantes de 4-3-3, ocasionales 4-2-4 con sus variantes, algunos 2-4-4 en estructuras de total dominio, 3-2-5, 3-4.3, pero el medio campo siempre está cubierto por dos mínimo, a diferentes alturas, distintas funciones, siempre está bien poblado.

El “contención” con salida es aquel jugador, que en la nomenclatura del fútbol es un 8, que debe conectar el centro con el ataque, y por allí han pasado varios ya mencionados, y en teoría ese debe ser el generador del juego, pero ¿qué pasa cuando tenemos a dos auténticos recuperadores como Pizarro y Carioca? ¿Dónde queda esa creación?

Tienen que tomar sí o sí diferentes alturas, normalmente es Guido Pizarro como interior derecho y Carioca se mantiene como eje, y desde allí filtra. Ese es el primer paso para la creación de jugadas ofensivas, después hay que enlazar con un mediapunta, un extremo o lateral que se interioriza.

Es común que cuando, por ejemplo, Guido Pizarro se adelantó unos metros, el lateral izquierdo que suele ser Dueñas, se cierre y complete el “doble 5” junto a Carioca, al fondo se quedan 2 centrales para un delantero, y la estructura cambia en esa fase ofensiva, pero el par de mediocentros se mantiene, no se puede perder esa zona.

Beneficio, control y ¿daño?

Hay quienes creen que tener juntos a Pizarro y Carioca hace daño, o minimiza su potencial ofensivo, este sábado podríamos ver a Jordan Sierra y Jesús Dueñas juntos en el centro, ¿habrá algo demasiado diferente? ¿Veremos miedo por hacerlo mal? ¿Atacarán mejor? ¿Defenderán peor? Lo bueno y lo malo, da el juego de control que ha tenido Tigres durante varios años.

“Los inteligentes juegan por dentro” me dijo un entrenador hace tiempo, pero tal vez el juego ha ido avanzando, la competencia haciéndose más dura, que puede ser que esa frase llegue a mutar a “los inteligentes están en constante movimiento”, y precisamente eso es lo que, entre jugadores técnicos e inteligentes, podrán hacer que el equipo entero se mueva más rápido, no corriendo más, sino cambiando de zonas, que la pelota sea la que sea veloz.

En la parte central está el cerebro, abajo está la fuerza, en el arco el heroísmo y arriba las estrellas.