Anunciado como nuevo pelotero de los Sultanes para la siguiente temporada de la Liga del Pacífico, Carlos Figueroa fue en su momento también un prospecto para el futbol que estuvo en la mira de los Rayados de Monterrey.

Originario de Hermosillo, Sonora, Figueroa está considerado el día de hoy entre los mejores jardineros centrales y primer bate en el beisbol mexicano.

El guardabosques de los Diablos Rojos en el verano y ahora de los Sultanes en invierno, tuvo un acercamiento de los Rayados, justo en el momento que decidió ser pelotero profesional y ya se trasladaba a la academia del México en Oaxaca.

En aquel tiempo tenía 17 años de edad y la habilidad para jugar tanto el soccer como el beisbol.

“Sí, así es, tuve la oportunidad de firmar con Rayados, de hecho hice tres pruebas que habían sido jueves, viernes y sábado, fue en el 2009… y ya en el 2010 iban a ser otra vez las visorías”, recuerda Figueroa.

“Ya habían hablado con mis papás y cuando iban a ser las pruebas un día domingo, ese día por la mañana ya viajaba rumbo a Oaxaca para jugar beisbol, y bueno, en ese momento no lo puse en la balanza pero sin duda fue la mejor decisión que pude haber tomado”.

Figueroa es un año mayor que el sonorense, Jesús “Tecatito” Corona, con quien coincidió en categorías infantiles, antes de que el seleccionado mexicano llegará a los Rayados y al balompié de Europa.

“Así es, es vecino de ahí en Hermosillo, mi mejor amigo es su primo, y me ha tocado convivir bastantes veces con él y con su familia ahí en su casa, y en todos los lados”, confiesa el pelotero.

¿Qué opinas de cómo le ha ido a Corona en el futbol?

“Es impresionante, la verdad que se siente muy bonito ver a amigos triunfar en un deporte, en lo que están haciendo en el plano internacional y ojala que siga con ese buen paso”.

El ex directivo del México, Roberto Mansur, declaró hace unos meses que el beisbol de Liga Mexicana debería limitar la participación de jugadores con doble nacionalidad, porque jóvenes como Figueroa pueden encontrar las oportunidades en otros deportes.

SU CARRERA

Carlos Figueroa Villa ha jugado siete temporadas en la liga del invierno, dos con los Yaquis de Ciudad Obregón, y cinco con los Charros.

En el verano, ha jugado desde la temporada del 2012 para los Diablos Rojos en una posición que muchos de los equipos destinan a un pelotero extranjero. 

“Se siente muy bien, en la mayoría de los equipos son jugadores extranjeros, me tocó en Diablos pasar dos años en la banca, me tocó en Charros esperar tres años, y hasta que recibí la oportunidad”, señala Figueroa.

“Se siente muy satisfactorio que toda mi vida desde los siete años que empecé a jugar he sido jardinero central y primer bate, y creo que la idea de estar en base y esa función de tocar la bola y adelantar corredores, robar base y anotar carrera desde chiquito eso me ha ayudado bastante”.

El bateador derecho hace mucho contacto con la pelota, ofrece una gran defensiva, mucha velocidad en los senderos y cumple con la tarea de llegar de manera permanente a las bases.

En la campaña 2018-19 fue pieza fundamental para que el equipo de Jalisco conquistara su primer campeonato en la Liga del Pacífico. La campaña anterior del invierno bateó con los Charros para .316 de porcentaje, con 43 carreras anotadas, 10 dobles, dos triples, 19 carreras impulsadas y 10 robos de base.

OTROS EJEMPLOS

El deporte en Monterrey ha tenido ejemplos de atletas con habilidad para jugador dos disciplinas diferentes.

Daniel Espino: Tuvo una carrera de 15 años como beisbolista profesional, luego de jugar soccer en Tercera División con los Troyanos de la UDEM.

Luis Pino: Fue campeón como quarterback con los Toros de la Prepa 16 en la Liga de la UANL, antes de ser firmado como pitcher por los Sultanes y los Cardenales de San Luis para el beisbol profesional.

Luis Guillermo Madrigal: Originario de Los Mochis, llegó a ser seleccionado juvenil en el beisbol como tercera base, antes de firmar para los Rayados y jugar como centro delantero dos Mundiales Juveniles en categoría Sub 17 y Sub 20.

Jesús Asención Martínez: Originario de Saltillo, jugó como jardinero de los Industriales de Monterrey en 1991 y 1992, después de ser quarterback de los Lobos de la UAC en el futbol americano de la Onefa.

DP