Tras recibir descarga eléctrica, jugador de Liga Premier pierde un pie
Rodrigo Alain sufrió quemaduras de tercer grado
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Tras una descarga eléctrica, el jugador de Ciervos FC de la Segunda División Premier, Rodrigo Alain, perdió el pie izquierdo a consecuencia de los graves daños que sufrió.
Fue a través de Facebook que, Rodrigo aclaró que no pudo ser atendido en un hospital de la Ciudad de México por el tema del Covid-19, por lo que se trasladó a Culiacán, Sinaloa.
"Resulta que mi pie izquierdo quedó hecho trizas. El cirujano y los doctores, como deben de ser, fueron sinceros y directos conmigo y mis papás (...). Lo que nos dijeron fue que me tenían que amputar el pie porque estaba demasiado infectado, y si no se operaba pondría en riesgo mi vida", relató.
Así mismo, Alain no dudó en expresar cómo se sintió al saber que ya no podría seguir jugando fútbol, sin embargo, colocó primero a Dios.
"En ese momento pasaban miles de cosas por mi cabeza, pensaba que ya se había acabado mi carrera futbolística, que fue corta, que por qué a mí, que todo lo que batallé para poder llegar a pisar una cancha de manera profesional. Pensaba en mi familia, en que si me mueven de aquí serían más gastos etc. Me cuestionada una y mil cosas, pero tuve que calmarme y tranquilizarme, y lo que hice fue encomendarme y confiar en Dios", enfatizó.
Tras una descarga eléctrica, el jugador de Ciervos FC de la Segunda División Premier, Rodrigo Alain, perdió el pie izquierdo a consecuencia de los graves daños que sufrió.
Fue a través de Facebook que, Rodrigo aclaró que no pudo ser atendido en un hospital de la Ciudad de México por el tema del Covid-19, por lo que se trasladó a Culiacán, Sinaloa.
"Resulta que mi pie izquierdo quedó hecho trizas. El cirujano y los doctores, como deben de ser, fueron sinceros y directos conmigo y mis papás (...). Lo que nos dijeron fue que me tenían que amputar el pie porque estaba demasiado infectado, y si no se operaba pondría en riesgo mi vida", relató.
Así mismo, Alain no dudó en expresar cómo se sintió al saber que ya no podría seguir jugando fútbol, sin embargo, colocó primero a Dios.
"En ese momento pasaban miles de cosas por mi cabeza, pensaba que ya se había acabado mi carrera futbolística, que fue corta, que por qué a mí, que todo lo que batallé para poder llegar a pisar una cancha de manera profesional. Pensaba en mi familia, en que si me mueven de aquí serían más gastos etc. Me cuestionada una y mil cosas, pero tuve que calmarme y tranquilizarme, y lo que hice fue encomendarme y confiar en Dios", enfatizó.
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