Noche de Halloween incrementa rituales paganos entre la comunidad duranguense

Durango, Dgo. La noche de Halloween significa un incremento notable en sortilegios, congregaciones y hechizos paganos que gradualmente han tenido que ser combatidos por medio de rezos y oraciones de la iglesia católica.

La invitación que el clero local realiza a sus seguidores es para enfocarse en conmemorar la fiesta de todos los santos el día primero de noviembre y posteriormente el Día de muertos, ya que estos festejos, si guardan un origen nacional y no son corrientes arrastradas de países o continentes extranjeros.

Si bien, existen personas que inconscientemente o a modo de diversión se suman a este tipo de actividades, la fe católica se opone a que las tradiciones mexicanas se vean opácalas por devociones que pudiesen desencadenar un desequilibrio interno en la paz espiritual de duranguenses. Ya que, a final de cuentas, tanto los “hechizos”, “amarres” o cualquier otra práctica esotérica, no pueden rendir efecto más que sobre la sugestión humana.

Noe Soto, vocero de la Arquidiócesis de Durango, asegura que no solamente durante este tipo de fechas, los congregantes han tenido acercamiento hacia la catolicidad para manifestar que han sido víctimas de algún tipo de maleficio o embrujo, sino que, a lo largo del año, muchos son los devotos que llegan con afectaciones psicológicas debido a la sugestión que este tipo de actividades provocan.

Uno de los sortilegios que mayormente llegan a manifestar los católicos, es ser víctimas de que alguien les ha deseado mala suerte, o como coloquialmente se conoce, “echar la sal”, acción que obliga a los párrocos a canalizar este tipo de denuncias, a través de rezos u oraciones que van enfocados a mejorar la salud mental de la víctima, ya que dichos efectos no pueden rendir resultados sobre las supuestas víctimas.