Jaime Hernández y su Dinastía Tierranegra honran legado musical de Carlos y José
Desde hace tres años se han aventurado a llevar su proyecto por todas partes, brindándole a la gente la música norteña de sus raíces.
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Jaime Hernández y su Dinastía Tierranegra / Angel Martínez
Inspirados por Carlos y José, uno de los duetos más queridos de la música norteña desde que se fundó en 1968, han sido ahora sus descendientes quienes se han encargado de honrar su legado musical.
Ellos son Jaime Hernández y su Dinastía Tierra Negra, quienes desde hace tres años se han aventurado a llevar su proyecto por todas partes, brindándole a la gente la música norteña de sus raíces.
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“Mi tío es el señor Carlos Tierranegra, del famoso dueto Carlos y José. Yo pertenecía a su agrupación por cinco años y mis elementos de la agrupación también son parte de ellos”, dijo Jaime Hernández, vocalista del grupo.
“Es una responsabilidad muy grande por el gran legado musical que nos dejaron esas grandes voces si de repente hay mucha comparación, hay críticas tanto buenas como pues un poco negativas. Pero la responsabilidad y el gusto de llevar esto a cabo es un gusto y un placer llevar el nombre de tanto la música norteña adelante como el de los apellidos y el de la música que nos dejaron esas grandes voces”, Gilberto Hernán.
La agrupación se encuentra integrada por Jaime Hernández como el vocalista, Víctor Enríquez como segunda voz y bajo sexto; Gilberto Hernán en el bajo eléctrico, David Tierranegra González en la batería, y José Aguilar Ortega en el saxofón, quien compartió su experiencia de trabajar más de dos décadas junto al dúo norteño.
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“Si afortunadamente trabaje casi 25 años con ellos. Me invitaron a trabajar. Ellos eran un dueto. Entró el saxofón y cambió un poco el estilo y eso gracias a Dios la gente lo aceptó porque estaban impuestos a solo el acordeón y bajo sexto. Y cuando entre yo la gente empezó a ubicar al saxofón y gracias a Dios fui aceptado por todas partes”.
Entre sus presentaciones no pueden faltar temas que se han vuelto un clásico en la música norteña, tales como “Chubasco”, “Los árboles de la barranca”, “Flor de Capomo”, “Amores fingidos”, “La cosecha”, así como composiciones propias.
“Añadimos temas inéditos propios de un servidor y de otros autores, en los cuales también llevan el mismo sello musical, la misma estampa y por ahí estamos yéndonos todos”, finalizó Hernández.
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