Adrián estuvo en prisión por violación, meses después descubrieron que era inocente

Chile.- Acusado de haber abusado sexualmente de una joven, Adrián Zarricueta pasó 3 meses en prisión, por un delito que no cometió.

La víctima declaró en su contra y estaba totalmente segura de que él era el culpable, por lo que eso junto a otras negligencias estuvo 79 días en la cárcel.

Los hechos ocurrieron en 2013, un grupo de detectives acudió al barrio de La Serena, donde los familiares de Zarricueta vivían, mostrando una fotografía de él y diciendo que era el presunto responsable del abuso sexual en contra de una chica.

De acuerdo a las declaraciones de la víctima, una noche de enero tomó un taxi luego de haber salido con sus amigas, sin embargo, el conductor desvió la ruta, acudió a un lugar abandonado, y ahí la golpeó, amenazó y violó.

Algunas horas después del ataque, la mujer presentó la denuncia correspondiente, pero debido al shock de la situación, no podía recordar claramente el rostro del agresor. Con los pocos detalles que pudo dar, las autoridades hicieron un retrato hablado y el rostro de Adrián se identificó con los conductores de la línea de taxi colectivo.

Al saber que era buscado por la policía, Adrián se presentó al cuartel de la Policía de Investigaciones de Chile y preguntó el motivo por la búsqueda. En el lugar fue detenido, puesto a disposición de la justicia y posteriormente llevado a prisión.

En el juicio, Zarricueta pidió que se realizara una prueba de ADN, pues estaba totalmente seguro de que él no era la persona que ellos buscaban.

La petición de Adrián fue aceptada, sin embargo, la prueba de ADN se realizó cuando él ya estaba en prisión y tardó 3 meses en mostrar los resultados, los cuales eran claros, no había ni un rastro biológico que pudiera inculparlo.

A partir de 2016, Adrián acudió al Proyecto Inocentes de la Defensoría Penal Pública de Chile, en donde busca a personas injustamente acusadas para que encuentren un espacio que les ayude a mostrar su inocencia.

El pasado 27 de enero, la Corte Suprema determinó que se le debería pagar cerca de 40 millones de pesos chilenos, que son poco menos de 50 mil dólares.

Chile.- Acusado de haber abusado sexualmente de una joven, Adrián Zarricueta pasó 3 meses en prisión, por un delito que no cometió.

La víctima declaró en su contra y estaba totalmente segura de que él era el culpable, por lo que eso junto a otras negligencias estuvo 79 días en la cárcel.

Los hechos ocurrieron en 2013, un grupo de detectives acudió al barrio de La Serena, donde los familiares de Zarricueta vivían, mostrando una fotografía de él y diciendo que era el presunto responsable del abuso sexual en contra de una chica.

De acuerdo a las declaraciones de la víctima, una noche de enero tomó un taxi luego de haber salido con sus amigas, sin embargo, el conductor desvió la ruta, acudió a un lugar abandonado, y ahí la golpeó, amenazó y violó.

Algunas horas después del ataque, la mujer presentó la denuncia correspondiente, pero debido al shock de la situación, no podía recordar claramente el rostro del agresor. Con los pocos detalles que pudo dar, las autoridades hicieron un retrato hablado y el rostro de Adrián se identificó con los conductores de la línea de taxi colectivo.

Al saber que era buscado por la policía, Adrián se presentó al cuartel de la Policía de Investigaciones de Chile y preguntó el motivo por la búsqueda. En el lugar fue detenido, puesto a disposición de la justicia y posteriormente llevado a prisión.

En el juicio, Zarricueta pidió que se realizara una prueba de ADN, pues estaba totalmente seguro de que él no era la persona que ellos buscaban.

La petición de Adrián fue aceptada, sin embargo, la prueba de ADN se realizó cuando él ya estaba en prisión y tardó 3 meses en mostrar los resultados, los cuales eran claros, no había ni un rastro biológico que pudiera inculparlo.

A partir de 2016, Adrián acudió al Proyecto Inocentes de la Defensoría Penal Pública de Chile, en donde busca a personas injustamente acusadas para que encuentren un espacio que les ayude a mostrar su inocencia.