Cambio climático generaría 'batalla' por el Ártico
La región podría resultar en una "mina de oro" para algunos países ya que se cree que debajo de ella están las reservas de petróleo y gas no descubiertas más grandes del mundo.
GROENLANDIA.- Vista desde un helicóptero, es un panorama de desolación infinita acentuada por planicies de hielo y montañas oscuras. La población, que cabría cómodamente en un estadio de fútbol, es pobre, con altos índices de drogadicción y suicidio.
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“Es el fin del planeta”, dijo un científico.
Cuando el presidente estadounidense Donald Trump expresó la idea de comprar Groenlandia, se respondió con burlas a la oferta considerada torpe y fuera de lugar de un antiguo aliado.
Pero también podría ser una Cueva de Aladino de petróleo, gas natural y tierras raras lista para ser explotada a medida que retrocede el hielo.
El calentamiento global no afecta solamente las temperaturas de la gran isla y el resto del Ártico. A medida que el retroceso del hielo abre nuevas rutas navieras y deja al descubierto riquezas increíbles, la región se vuelve un activo geopolítico y económico, del que Estados Unidos, Rusia, China y otros países quieren sacar tajada.
“Una Groenlandia independiente podría, por ejemplo, ofrecer derechos de instalar bases a Rusia o China o los dos”, dijo el especialista en seguridad internacional Fen Hampson, de la Universidad Carleton de Canadá.
Dijo que algunos habitantes quieren la secesión del territorio semiautónomo de Dinamarca.
“No digo que sucederá, pero es una hipótesis con enormes implicancias geoestratégicas, sobre todo si el Paso del Noroeste se convierte en una ruta de tránsito naviera, como sucede con el Ártico ruso”.
En abril, el presidente ruso Vladimir Putin expuso un programa ambicioso para reafirmar la presencia del país en el Ártico con la construcción de puertos y otras obras de infraestructura y la ampliación de la flota de rompehielos, entre otras medidas. Rusia quiere plantar su bandera en una región que se cree contiene hasta la cuarta parte de las reservas no descubiertas de petróleo y gas de la Tierra.
China ve en Groenlandia una posible fuente de tierras raras y otros minerales y un puerto para buques que siguen la ruta del Ártico al este de Estados Unidos. El año pasado propuso desarrollar en forma conjunta una “Ruta Polar de la Seda” como parte de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, el programa de Beijing de construcción de ferrocarriles, puertos y otras obras en decenas de países.
Pero mientras el frío y el hielo retroceden año a año hacia el norte, los expertos advierten que la competencia por el Ártico no es una carrera de 100 metros llanos sino una maratón plagada de obstáculos enormes.
El derretimiento de la capa de hielo en groenlandesa genera incertidumbre y peligro para los yacimientos submarinos de crudo y gas al amenazar las plataformas y naves.
“No todo el hielo se derrite rápidamente: crea témpanos a los que hay que evitar”, dijo Victoria Herrmann, directora del Arctic Institute, una ONG dedicada a la seguridad del Ártico.
Por otra parte, si bien la minería en Groenlandia tiene costos elevados debido al ambiente, éstos se reducen a medida que se derrite el hielo, y crece su atractivo para los compradores potenciales, añadió.
Desde el punto de vista estratégico, Groenlandia forma parte de lo que Estados Unidos considera un paso crucial para las operaciones navales entre el Ártico y el Atlántico Norte.
IHL
GROENLANDIA. — Vista desde un helicóptero, es un panorama de desolación infinita acentuada por planicies de hielo y montañas oscuras. La población, que cabría cómodamente en un estadio de fútbol, es pobre, con altos índices de drogadicción y suicidio.
Es “el fin del planeta”, dijo un científico.
Cuando el presidente estadounidense Donald Trump expresó la idea de comprar Groenlandia, se respondió con burlas a la oferta considerada torpe y fuera de lugar de un antiguo aliado.
Pero también podría ser una Cueva de Aladino de petróleo, gas natural y tierras raras lista para ser explotada a medida que retrocede el hielo.
El calentamiento global no afecta solamente las temperaturas de la gran isla y el resto del Ártico. A medida que el retroceso del hielo abre nuevas rutas navieras y deja al descubierto riquezas increíbles, la región se vuelve un activo geopolítico y económico, del que Estados Unidos, Rusia, China y otros países quieren sacar tajada.
“Una Groenlandia independiente podría, por ejemplo, ofrecer derechos de instalar bases a Rusia o China o los dos”, dijo el especialista en seguridad internacional Fen Hampson, de la Universidad Carleton de Canadá.
Dijo que algunos habitantes quieren la secesión del territorio semiautónomo de Dinamarca.
“No digo que sucederá, pero es una hipótesis con enormes implicancias geoestratégicas, sobre todo si el Paso del Noroeste se convierte en una ruta de tránsito naviera, como sucede con el Ártico ruso”.
En abril, el presidente ruso Vladimir Putin expuso un programa ambicioso para reafirmar la presencia del país en el Ártico con la construcción de puertos y otras obras de infraestructura y la ampliación de la flota de rompehielos, entre otras medidas. Rusia quiere plantar su bandera en una región que se cree contiene hasta la cuarta parte de las reservas no descubiertas de petróleo y gas de la Tierra.
China ve en Groenlandia una posible fuente de tierras raras y otros minerales y un puerto para buques que siguen la ruta del Ártico al este de Estados Unidos. El año pasado propuso desarrollar en forma conjunta una “Ruta Polar de la Seda” como parte de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, el programa de Beijing de construcción de ferrocarriles, puertos y otras obras en decenas de países.
Pero mientras el frío y el hielo retroceden año a año hacia el norte, los expertos advierten que la competencia por el Ártico no es una carrera de 100 metros llanos sino una maratón plagada de obstáculos enormes.
El derretimiento de la capa de hielo groenlandesa genera incertidumbre y peligro para los yacimientos submarinos de crudo y gas al amenazar las plataformas y naves.
“No todo el hielo se derrite rápidamente: crea témpanos a los que hay que evitar”, dijo Victoria Herrmann, directora del Arctic Institute, una ONG dedicada a la seguridad del Ártico.
Por otra parte, si bien la minería en Groenlandia tiene costos elevados debido al ambiente, éstos se reducen a medida que se derrite el hielo, y crece su atractivo para los compradores potenciales, añadió.
Desde el punto de vista estratégico, Groenlandia forma parte de lo que Estados Unidos considera un paso crucial para las operaciones navales entre el Ártico y el Atlántico Norte.
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