Detienen a 27 ligados al Cártel de Sinaloa en 'Operación Tripwire' de EU

ESPECIAL.- Veintisiete narcotraficantes ligados al Cártel de Sinaloa fueron formalmente acusados en Estados Unidos por traficar cantidades significativas de cocaína desde México hacia ese país a través de la frontera, principalmente, por medio de túneles.

La investigación en su contra, denominada "Operación Tripwire" (trampa de cuerda), tardó dos años en dar frutos, pero logró desmantelar esta red que se había extendido a lo largo de Estados Unidos con operaciones desde California y Arizona en el sur del país hasta Pittsburgh, Pensilvania, y que utilizaba al servicio postal para mover su mercancía.

"Esta es una organización mayor que estaba traficando cientos de kilogramos de cocaína a lo largo de todo el país y tiene lazos directos con el Cártel de Sinaloa en México" sostuvo el fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Pensilvania, Scott Brady, durante un mensaje a medios.

Durante el desarrollo de la operación, las distintas corporaciones policíacas que participaron en la "Operación Tripwire", incluyendo a agentes de la DEA asentados en México, interceptaron varias llamadas de algunos de los acusados hechas en Estados Unidos con la cúpula del cártel en México por más de siete meses.

De acuerdo con Kenneth Cleevely, agente especial a cargo de la oficina de campo de la Oficina del Inspector General del Servicio Postal en la zona, la operación comenzó en octubre de 2018 cuando un agente especial a su cargo en Pittsburgh identificó una dirección que aparentemente estaba recibiendo un gran volumen de paquetes sospechosos desde California.

En los arrestos que se dieron de manera simultánea el miércoles pasado en California, Arizona y Pensilvania se decomisaron 500 mil dólares en efectivo y poco más de 50 kilogramos de cocaína, lo que se suma a los 90 kilogramos de cocaína y los 1.3 millones de dólares que se confiscaron durante toda la operación, confirmó el fiscal.

La acusación fincada en los tribunales del Distrito Oeste de Pensilvania señala a los 27 acusados de conspirar para distribuir y poseer con la intención de distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, en el  propio distrito y en otros lugares, entre octubre de 2018 y junio de 2020.

Las identidades de los veintisiete acusados de tener nexos directamente con el Cártel de Sinaloa, comandado actualmente por Ismael "El Mayo" Zambada y los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán desde el arresto y extradición del último, fueron dados a conocer por las autoridades estadunidenses el viernes pasado.

​De acuerdo con el relato hecho por Paris Pratt, el agente especial asistente a cargo de la oficina de la DEA en Pittsburgh, era Jamaal Maragh el encargado de obtener la droga con traficantes de cocaína de alto perfil en Los Ángeles, que a su vez eran suplidos directamente por el Cártel de Sinaloa.

En el caso particular de Steven Trent, que tiene historial criminal previo, las autoridades también le acusan individualmente de poseer con la intención de distribuir 500 gramos o más de cocaína, y otro cargo por posesión ilegal de un arma de fuego y municiones siendo un delincuente convicto.

ESPECIAL.- Veintisiete narcotraficantes ligados al Cártel de Sinaloa fueron formalmente acusados en Estados Unidos por traficar cantidades significativas de cocaína desde México hacia ese país a través de la frontera, principalmente, por medio de túneles.

La investigación en su contra, denominada "Operación Tripwire" (trampa de cuerda), tardó dos años en dar frutos, pero logró desmantelar esta red que se había extendido a lo largo de Estados Unidos con operaciones desde California y Arizona en el sur del país hasta Pittsburgh, Pensilvania, y que utilizaba al servicio postal para mover su mercancía.

"Esta es una organización mayor que estaba traficando cientos de kilogramos de cocaína a lo largo de todo el país y tiene lazos directos con el Cártel de Sinaloa en México" sostuvo el fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Oeste de Pensilvania, Scott Brady, durante un mensaje a medios.

Durante el desarrollo de la operación, las distintas corporaciones policíacas que participaron en la "Operación Tripwire", incluyendo a agentes de la DEA asentados en México, interceptaron varias llamadas de algunos de los acusados hechas en Estados Unidos con la cúpula del cártel en México por más de siete meses.

De acuerdo con Kenneth Cleevely, agente especial a cargo de la oficina de campo de la Oficina del Inspector General del Servicio Postal en la zona, la operación comenzó en octubre de 2018 cuando un agente especial a su cargo en Pittsburgh identificó una dirección que aparentemente estaba recibiendo un gran volumen de paquetes sospechosos desde California.

En los arrestos que se dieron de manera simultánea el miércoles pasado en California, Arizona y Pensilvania se decomisaron 500 mil dólares en efectivo y poco más de 50 kilogramos de cocaína, lo que se suma a los 90 kilogramos de cocaína y los 1.3 millones de dólares que se confiscaron durante toda la operación, confirmó el fiscal.

La acusación fincada en los tribunales del Distrito Oeste de Pensilvania señala a los 27 acusados de conspirar para distribuir y poseer con la intención de distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, en el  propio distrito y en otros lugares, entre octubre de 2018 y junio de 2020.

Las identidades de los veintisiete acusados de tener nexos directamente con el Cártel de Sinaloa, comandado actualmente por Ismael "El Mayo" Zambada y los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán desde el arresto y extradición del último, fueron dados a conocer por las autoridades estadunidenses el viernes pasado.

​De acuerdo con el relato hecho por Paris Pratt, el agente especial asistente a cargo de la oficina de la DEA en Pittsburgh, era Jamaal Maragh el encargado de obtener la droga con traficantes de cocaína de alto perfil en Los Ángeles, que a su vez eran suplidos directamente por el Cártel de Sinaloa.

En el caso particular de Steven Trent, que tiene historial criminal previo, las autoridades también le acusan individualmente de poseer con la intención de distribuir 500 gramos o más de cocaína, y otro cargo por posesión ilegal de un arma de fuego y municiones siendo un delincuente convicto.

Los veintisiete acusados se enfrentan a una condena mínima de diez años y hasta de cadena perpetua, dependiendo de la gravedad de los delitos cometidos y sus antecedentes penales previos, además de una multa de 10 millones de dólares.

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