Trump, el primer presidente a pesar de ser un delincuente condenado y tener 3 juicios abiertos
Donald Trump venció a Kamala Harris y se convertirá en presidente de Estados Unidos, siendo el primero en serlo luego de ser juzgado y declarado culpable de un crimen que tenía una pena máxima de cuatro años de cárcel.
El próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ganó las elecciones en México, como nunca antes había sucedido, a pesar de ser un delincuente condenado, pues, en mayo de 2024, un jurado en Nueva York lo declaró culpable de 34 cargos de operaciones fraudulentas, para encubrir los pagos a Stormy Daniels, una actriz de cine para adultos, durante su campaña en 2016.
Además de haber sido declarado culpable, Donald Trump todavía encuentra acusaciones formales a nivel federal en dos procesos. Uno relacionado con los intentos para impedir la toma de posesión de Joe Biden, cuando encabezó un autogolpe de Estado en el Capitolio. El segundo por la sustracción de documentos clasificados, encontrados en su casa en Florida.
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A estos procesos contra el ahora virtual presidente electo se suma uno más por un fraude electoral en Atlanta.
¿Donald Trump podría no ser presidente por las acusaciones en su contra?
La respuesta es no. La Corte Suprema de Estados Unidos ya estableció que los presidentes gozan de cierto grado de inmunidad, lo que se suma a la política del Departamento de Justicia, que no imputa las acciones penales en contra de los mandatarios en funciones.
Además, al convertirse en presidente, Donald Trump tiene nuevas herramientas a su mano para acabar con los procesos federales de los que se le acusa: el despido inmediato del fiscal responsable de sus casos o, de última instancia, aplicarse a sí mismo su capacidad de indulto.
De acuerdo con fuentes del propio equipo de Donald Trump, el próximo presidente ya habría decidido echarse la mano con todas las vías legales a su alcance para que los procesos en su contra sean cosa del pasado.
Durante su campaña, Donald Trump insistió que todas sus acusaciones formaban parte de una estrategia política en su contra. Argumentaba una manipulación del sistema de justicia para tratar de frenar sus posibilidades de ser candidato y, a la postre, competir en las elecciones presidenciales.
Incluso, Trump ya había adelantado que, de ganar las elecciones, de lo primero que haría sería ordenar el despido inmediato del fiscal Smith de su cargo: “voy a despedirlo en dos segundos (en cuanto asuma el cargo)… se trata de una persona corrupta”, dijo.
Un año antes, en noviembre de 2023, el ahora virtual presidente electo aseguró que el fiscal Smith, así como su equipo de asesores y fiscales que impulsaron los cargos en su contra terminarían en una "institución mental", pues consideró que tenían una "obsesión enferma" hacia su persona.
Trump no irá a la cárcel pese a ser culpable de pagos ilegales a Stormy Daniels
De todos los procesos penales iniciados en los últimos años en contra de Trump, el más avanzado es el del esquema de pagos ilegales a la actriz Stormy Daniels, en el marco del proceso electoral del 2026. En este caso, que fue impulsado por la fiscalía de Nueva York, ya hubo una acusación, juicio y veredicto de culpabilidad unánime por todos los cargos.
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El 26 de noviembre está citado en Nueva York la audiencia en la que el juez responsable del caso, Juan Merchan, impondrá a Trump la condena por este caso, la cual puede alcanzar un máximo de cuatro años de cárcel.
Sin embargo, ahora el juez deberá valorar la situación política en la que se encuentra Trump, quien por mandato popular debe ocupar la presidencia. En ese contexto, en el equipo legal de Trump se espera una pena que no implique la privación ilegal de la libertad.
En cualquier caso, los voceros de Trump confirmaron a TELEDIARIO que se procederá con la presentación de una serie de apelaciones con dos rutas: uno, refutar la eventual sentencia que imponga Merchan. Dos, que el tema se mueve a una corte Federal, lo que generaría complicaciones burocráticas que podrían alargar el tema por años.
Por lo que respecta a los casos federales, Trump tiene dos acusaciones formales presentadas. Una de ellas es por las presuntas operaciones que encabezó para difundir falsos señalamientos sobre fraude en el proceso electoral de 2020, con la finalidad de impedir la transición de poder hacia Joe Biden. Hechos que derivaron en las revueltas del Capitolio del 6 de enero de 2021.
El otro caso es por la extracción ilegal de documentos clasificados de la Casa Blanca, que el FBI encontró en un operativo de cateo realizado en la residencia de Mar-A-Lago. Por ese tema, el fiscal Smith presentó cargos ante una Corte de Florida que derivaron en un caso que actualmente se dirime en apelaciones.
A través de diversos recursos, los abogados de Trump consiguieron alargar estos procesos federales en los tribunales, con el objetivo de que no pudieran ser procesados antes de que el candidato republicano se convirtiera en virtual presidente electo.
Con esta última misión cumplida, el republicano cuenta ahora con varias rutas para liquidar por su cuenta sus casos. Una de ellas es la que ya ha anunciado desde principios de año, y tiene que ver con el despido de los fiscales. La otra es echar mano de la capacidad de indulto para cargos federales con el que cuenta cualquier presidente, aunque sería la primera vez que un mandatario lo aplica para si mismo.
Fiscal analiza rendición de Donald Trump de sus cargos
El fiscal especial Jack Smith, quien por meses impulsó los procesos federales en contra de Trump, comenzó a trabajar desde ayer en el estudio de las rutas legales que pueden implementarse para retirar por su propia cuenta los cargos criminales impulsados n contra del ahora presidente electo.
De acuerdo con informaciones difundidas en algunos medios de los Estados Unidos, Smith y su quipo buscan que los cargos queden desactivados antes de enero de 2025 cuando ocurra la transición de la administración federal.
El argumento es salvar el conflicto de interés en el que se vería envuelto el Departamento de Justicia que, si bien goza de autonomía operativa, pertenece a la administración federal que encabezará Trump.
El problema para Smith es que cualquier desistimiento deberá ser justificado en la Corte y no existen antecedentes sobre cómo podría operar en esta circunstancia inédita en que se encuentra ahora los Estados Unidos, con un delincuente condenado que está a punto de convertirse en presidente.
KT
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