España, entre solidaridad y tensión política interna

La guerra verbal entre Madrid y los independentistas catalanes volvió a reavivarse, confirmando el fin de la tregua política tras los atentados del 17 de agosto en Cataluña, cuyo saldo creció a 16 víctimas mortales con el fallecimiento ayer de una ciudadana alemana de 51 años, informó el servicio de Protección Civil de Barcelona.

A 10 días de los ataques yihadistas en Barcelona y Cambrils, en el noreste de España, el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, exigió a los separatistas renunciar al referendo de secesión anunciado para el 1 de octubre.

"A mí me gustaría, y a la inmensa mayoría de los españoles también, que algunos responsables políticos renunciaran a sus planes de ruptura, de división y de radicalidad, es lo último que quiere en estos momentos la mayoría de la sociedad catalana", dijo Rajoy en una reunión en Galicia de su Partido Popular (conservador).

Rajoy criticó así al gobierno catalán, dirigido por Carles Puigdemont, decidido a realizar el referendo de autodeterminación de la región con 7.5 millones de habitantes, que, según Madrid, es ilegal y no tendrá lugar.

"Nuestro compromiso con el referendo", reafirmó Puigdemont en una entrevista publicada ayer en el diario digital catalán El Nacional luego de que el sábado la población volvió a manifestarse contra el terrorismo yihadista. Miles de personas salieron a las calles de Barcelona para colocar veladoras rojas, mensajes de solidaridad en diferentes idiomas, osos de peluche y miles de flores.

Pese a los intentos por recuperar su vida cotidiana, La Rambla salió a las calles a rendir homenaje tanto a las víctimas mortales como a aquellos que resultaron heridos o siguen graves. Además de reconocer la heroica labor de sus bomberos y guardias, los manifestantes exigieron a las autoridades una solución política contra el terrorismo.

A lo largo de las principales calles de España, el sábado se colocaron más de 70 mil rosas blancas, amarillas y rojas, símbolo de la ciudad de Barcelona. También se depositaron cientos de veladoras rojas. Los altares y ofrendas han sido construidos no solo por los españoles sino también por la comunidad internacional, que se ha sumado a las muestras de solidaridad con las víctimas, muchas de ellas de diversas nacionalidades.

Pese a que la herida abierta por el atentado es profunda y la sociedad española está dividida, este fin de semana se realizaron diversas manifestaciones para dejar en claro que España está contra cualquier tipo de islamofobia.

"La mejor respuesta: la paz" y "No a la islamofobia" se leía en pancartas durante las manifestaciones, que tuvieron en primera fila a los colectivos que socorrieron a las víctimas en Las Ramblas: policías, bomberos y médicos.

“Mezquitas informales”, focos de radicalismo

En España existen mil 508 centros de culto para casi 2 millones de musulmanes, según el Observatorio español del Pluralismo Religioso, pero expertos advierten que, además, hay centenares de "mezquitas encubiertas" que pueden ser foco de radicalismo.

De acuerdo al último informe de la entidad privada Asesoría de Inteligencia y Consultoría de Seguridad (AICS), en España hay unas 800 "mezquitas encubiertas", la mayoría en algunos barrios de Madrid, en las localidades de Tarrasa y Badalona (provincia de Barcelona), en Tarragona y Valencia. Y a pesar de la existencia de más de mil centros de oración para musulmanes, en España únicamente hay cinco mezquitas oficiales, según la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri).

Los expertos critican la falta de lugares de culto adecuados, lo que provoca la proliferación de puntos de reunión no oficiales, que pueden ser aprovechados por "falsos imanes" para difundir mensajes radicales del islam.