Inculpan a ex empleados de Twitter de espiar a usuarios de Arabia Saudita
Dos ex empleados de Twitter y un funcionario vinculado a la familia real saudí fueron acusados en una corte federal en San Francisco de espiar a disidentes del reino.
Estados Unidos. Dos ex empleados de Twitter y una tercera persona fueron inculpados en una corte federal de San Francisco por espiar a usuarios de Twitter críticos de la familia real saudí, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos, días después de haber anunciado que eliminará la publicidad política en su plataforma.
Se trata de dos ciudadanos sauditas y un estadunidense que presuntamente trabajaron juntos para obtener detalles de cuentas de Twitter de disidentes para dárselos al gobierno de Arabia Saudita y la familia real, detalló el departamento. Según la acusación gubernamental, los dos antiguos trabajadores "minaron los sistemas internos de Twitter", así como "de otros miles de usuarios" de la plataforma
En el documento judicial, fueron guiados por un funcionario saudita no identificado que trabajaba para alguien que los fiscales designaron como "miembro de la familia real-1", que según el periódico The Washington Post era el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán.
Los acusados son los empleados de Twitter Ali Alzabarah, de 35 años y Ahmad Abouammo, de 41, junto con Ahmed Almutairi, un funcionario de marketing vinculado a la familia real.
"La denuncia criminal revelada hoy afirma que los agentes sauditas minaron los sistemas internos de Twitter para obtener información personal sobre críticos sauditas conocidos y miles de otros usuarios de Twitter", dijo el fiscal de Estados Unidos, David Anderson.
"La ley estadunidense protege a las compañías estadunidenses de una intrusión extranjera tan ilegal. No permitiremos que las compañías o la tecnología estadunidense se conviertan en herramientas de represión extranjera en violación de la ley", dijo en un comunicado.
El primer sospechoso proporcionó datos sobre al menos 6 mil cuentas en 2015, especialmente de un opositor a la familia real saudita refugiado en Canadá, según la acusación. El segundo habría espiado varias cuentas entre fines de 2014 y principios de 2015, a cambio de un reloj de lujo y de al menos 300 mil dólares.
Por su parte, Almutairi, un ciudadano saudita de 30 años, fue acusado de haber sido un intermediario entre los dos hombres y el gobierno de su país.
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