Legisladores norirlandeses regresan a trabajar luego de 3 años
Después de tres años que dejaron una estela de problemas sin resolver y una crisis creciente del sector público, los partidos aceptaron el viernes un acuerdo mediado por los gobiernos del Reino Unido y la República de Irlanda.
LONDRES. — Los legisladores regresaron a la asamblea norirlandesa el sábado por primera vez en tres años, tras lograr un acuerdo para restaurar el gobierno compartido de la región.
La asamblea reunida en Belfast eligió un ejecutivo de coalición encabezado por el Partido Demócrata Unionista (DUP), probritánico, y el nacionalista irlandés Sinn Fein. La líder del DUP, Arlene Foster, fue elegida premier el puesto que ejercía antes de la disolución de la asamblea anterior y Michelle O’Neill de Sinn Fein fue elegida vice.
El primer ministro irlandés Leo Varadkar dijo que era una “jornada histórica” para Irlanda del Norte, en tanto su colega británico Boris Johnson calificó el hecho de “trascendental”.
“Los partidos de Irlanda del Norte han demostrado una gran capacidad de liderazgo al reunirse para aceptar este acuerdo justo y equilibrado en bien de todos” en el país, dijo Johnson.
Después de tres años que dejaron una estela de problemas sin resolver y una crisis creciente del sector público, los partidos aceptaron el viernes un acuerdo mediado por los gobiernos del Reino Unido y la República de Irlanda.
Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido junto con Inglaterra, Gales y Escocia, carece de una administración funcional desde que el gobierno compartido creado por el acuerdo de paz de 1998 se derrumbó en enero de 2017 debido a un proyecto fallido de energía verde.
La brecha se amplió rápidamente para abarcar los problemas culturales y políticos que dividen a los unionistas de los nacionalistas, dos comunidades cuyas identidades y aspiraciones conflictivas provocaron años de violencia y más de 3 mil muertes.
Desde 2017, Irlanda del Norte era gobernada por funcionarios públicos con escasos poderes para tomar decisiones graves. Grandes proyectos se encuentran suspendidos, todos bajo la sombra de la salida británica de la Unión Europea el 31 de enero, con graves consecuencias para la frontera entre Irlanda del Norte y la República Irlandesa, miembro de la UE.
Ésta es la única frontera terrestre entre el Reino Unido y un país miembro de la UE, y el Brexit pondrá en tela de juicio el estatus de ese límite actualmente invisible. Esto podría estrechar la relación del Norte con la república al sur, de manera que tanto el DUP como Sinn Fein quieren tener voz y voto en lo que suceda a continuación.
Además, el lunes vencía un plazo para restaurar el gobierno o realizar una nueva elección, en la que tanto Sinn Fein como el DUP podían perder terreno ante partidos menos intransigentes.
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