Mujeres de Latinoamérica salen a las calles para exigir buen trato, igualdad y aborto libre
Las marchas que conmemoran el Día de la Mujer se han registrado en Argentina, Brasil, México, entre otros países.
- 1 / 4
BUENOS AIRES. — Las latinoamericanas tomaron las calles para gritar más fuerte que nunca contra la violencia machista y mostrar su determinación a conquistar el aborto libre, seguro y gratuito, entre otros derechos que consideran impostergables.
En coincidencia con una nueva conmemoración del Día de la Mujer y como corolario de una huelga de mujeres, varias decenas de miles caminaban desde el Congreso rumbo a la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires, Argentina, en otra muestra del poder de movilización del feminismo local.
Al frente de la marcha se encontraban las militantes de la campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, un colectivo feminista que ha puesto a la despenalización del aborto como un eje central de la agenda política en Argentina.
“Ni una muerte más por aborto clandestino”, rezaba una gran bandera verde, el color que identifica a la campaña, detrás de la cual se extendía una fila interminable de activistas de distintas edades, desde ancianas hasta pequeñas de la mano de sus madres, todas ellas con el pañuelo verde en el cuello o las muñecas.
Esta conquista se truncó el año pasado cuando una ley aprobada por la Cámara de Diputados terminó siendo rechazada en el Senado por pocos votos.
El movimiento feminista de Argentina es de larga data, pero en los últimos cuatro años tomó una fuerza sin precedentes a partir de multitudinarias manifestaciones callejeras bajo la consigna de “Ni una menos” contra la violencia machista y que empujaron a cambios profundos en la sociedad argentina en materia de género.
La jornada de protesta también está teñida por el descontento de las organizaciones feministas con la precarización laboral que, a su entender, sufren más dramáticamente las mujeres en un contexto de ajuste, recesión e incremento del desempleo y la inflación.
En Brasil, miles de personas marcharon al centro de Río de Janeiro en un acto que tuvo al presidente Jair Bolsonaro, quien posee un robusto historial de ofensas a las mujeres, como principal blanco de críticas. La marcha también estuvo guiada por el reclamo del fin de la desigualdad de género y la violencia contra la mujer en un país donde en 2018 hubo 1173 víctimas de feminicidios, según datos oficiales del Forum Brasileño de Seguridad Pública.
“Este año es especialmente importante estar acá porque nos gobierna un presidente machista”, dijo Juliana Lopez, psicóloga de 46 años. “Brasil es campeón en feminicidios. Debemos estar en la calle para ser respetadas”.
Bolsonaro dijo el mismo día que su gobierno hará mucho para que las “joyas raras” —como llamó a las mujeres— puedan sentirse más representadas hacia el final de su mandato.
También se reclamó el esclarecimiento del asesinato de la concejal y activista por los derechos humanos Marielle Franco, acribillada el 14 de marzo del año pasado luego de haber participado de una actividad de mujeres negras.
Las manifestaciones se replicaron en Sao Paulo y Brasilia, donde también se exigió la libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
En México, un país donde 66 de cada 100 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia y en 2018 mataron a 3.580 adultas o niñas, las marchas tuvieron lugar en medio de un debate parlamentario sobre el aborto.
Esto ocurrió porque el estado norteño de Nuevo León acaba de reformar su constitución para garantizar el derecho a la vida del no nacido mientras el partido Morena ha protagonizado riñas en el Congreso entre defensores y detractores de la interrupción voluntaria del embarazo.
La gran desigualdad en materia de género que hay en el país quedó en evidencia en una misma manifestación en la que la primera mujer secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero, se jactaba de sus logros mientras la síndica Marta López, oriunda de la localidad indígena de Chiapas denunciaba que el alcalde no la deja laborar en el ayuntamiento porque, según él, “no conviene trabajar con las mujeres”.
Paralelamente, miles de mujeres desfilaron por el centro de Montevideo, en Uruguay, reclamando el fin de la violencia de género y los feminicidios y la equiparación salarial para las mujeres, además de otros reclamos. Entre las manifestantes se hizo presente la vicepresidenta Lucía Topolanksy, que caminó acompañada de su marido, el expresidente José Mujica.
"Hay una consigna prioritaria que es la violencia doméstica”, dijo Topolansky.
Horas antes, cientos de bolivianas salieron a marchar por las calles de las principales ciudades del país. Las marchas comenzaron en La Paz, donde mujeres llevaron calzoncillos gigantes en los que se podían leer mensajes como: “calzoncillo de padre irresponsable y maltratador” y “calzoncillo de caudillo pederasta”, entre otros mensajes.
En Perú las mujeres también tienen previsto tomar las calles para reclamar que se detenga la violencia de género y en Chile exigirán que la educación pública esté exenta de contenidos sexistas, que cesen los maltratos a las mujeres y aborto libre y seguro.
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.