Partidario de Israel propone estado único judío-palestino
“La dolorosa verdad es que el proyecto que sionistas liberales como yo hemos apoyado durante décadas un estado para los palestinos separado de un estado para los judíos ha fracasado”, escribió Peter Beinart.
JERUSALÉN. — Un influyente comentarista estadounidense sostiene que la largamente defendida idea de una solución de dos estados —Israel y Palestina— ha perdido viabilidad. Peter Beinart ha estremecido al establishment judío y los círculos políticos de Washington al violar un antiguo tabú: apoyar la idea de un estado binacional único, una entidad democrática única con igualdad de derechos para judíos y palestinos entre el río Jordán y el Mediterráneo.
“La dolorosa verdad es que el proyecto que sionistas liberales como yo hemos apoyado durante décadas —un estado para los palestinos separado de un estado para los judíos— ha fracasado”, escribió Beinart. “Ya es hora de que los sionistas liberales abandonen el objetivo de la separación judeo-palestina y acepten el de la igualdad judeo-palestina”.
Estas declaraciones —cuando faltan apenas cuatro meses para la elección presidencial estadounidense— podrían reencausar el debate en círculos progresistas que en poco tiempo podrían empezar a tener influencia en la Casa Blanca. El debate ha cobrado fuerza a medida que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu habla de anexar partes de Cisjordania.
Beinart ha desafiado uno de los postulados centrales de la política exterior occidental y del discurso de muchos judíos de todo el mundo, de que es necesario garantizar la existencia de Israel como estado judío.
Beinart sostiene que tanto la diplomacia estadounidense y europea como los gobernantes israelíes han socavado a lo largo de décadas la idea de que la creación de un estado palestino independiente junto a Israel es el mejor camino hacia la paz.
“Hay una categoría de gente en Estados Unidos, judíos o no, que como yo creyeron durante mucho tiempo en la solución de dos estados y han perdido la confianza en ella, pero no ven una alternativa”, dijo Beinart en una entrevista luego de publicar una columna de opinión el 8 de julio en el New York Times y una pieza más larga en la revista Jewish Currents, de la que es editor independiente.
La lógica de la solución de dos estados es sencilla. Si sigue controlando a millones de palestinos que no tienen derecho a voto, Israel se verá en un dilema: mantiene el estatus quo y deja de ser una democracia u otorga a los palestinos el derecho al voto y pierde la mayoría judía. Un estado palestino independiente satisfaría las aspiraciones de ambas partes.
Beinart dijo que la creación de un estado palestino viable es imposible después de décadas de expansión de los asentamientos judíos en tierras ocupadas que reclaman los palestinos y propuestas como el plan de paz para Medio Oriente del presidente estadounidense Donald Trump que reduce cada vez más el territorio palestino.
El resultado, dijo, es un estado binacional de facto en el que los israelíes gozan de derechos fundamentales y millones de palestinos no.
Beinart, una destacada voz progresista, es influyente en la joven generación de judíos estadounidenses, que tienden a ser más críticos de Israel que sus padres o abuelos.
Su cambio de posición ha provocado un terremoto en el mundo judeo-estadounidense, donde el apoyo a Israel goza de consenso incluso entre los críticos más severos del gobierno intransigente de Netanyahu. Para muchos judíos, Israel es parte integrante de su identidad, sea por razones religiosas o como póliza de seguridad después del Holocausto y en una era de antisemitismo moderno.
Sus críticos en todo el espectro político acusan a Beinart de ingenuidad, falta de realismo e incluso antisemitismo. Algunos sostienen que pasa por alto lo que llaman la intransigencia de los palestinos, siempre dispuestos a recurrir a la violencia.
“¿Alguien recuerda que el NYTimes haya publicado otras columnas que exhortan a poner fin a otra nación (y miembro de la ONU)?”, tuiteó David Harris, presidente del poderoso Comité Judío Estadounidense.
Algunos activistas palestinos han reaccionado con escaso entusiasmo al decir que Beinart se limita a respaldar las posiciones que ellos mantienen desde hace tiempo. Mientras la autoridad palestina en Cisjordania sigue insistiendo en el estado independiente, la idea del estado binacional único tiene seguidores entre los jóvenes intelectuales palestinos. Beinart reconoce que él, como muchos judíos estadounidenses, no suele prestar atención a las voces palestinas.
Pero quizás los más alarmados son los correligionarios de Beinart en la izquierda estadounidense. Profesor de periodismo en la City University de Nueva York y articulista para The Atlantic, Beinart es una voz de centroizquierda que hasta hace poco abogaba por la solución de dos estados.
“La imagen que tenemos de él aquí es la de un tipo convencional reflexivo, muy inteligente, liberal y proisraelí. El hecho de que haya llegado a esto estremece a mucha gente”, dijo Jeremy Ben-Ami, presidente del grupo judío liberal J Street de Washington que apoya la solución de dos estados.
Ben-Ami dijo que lo han llamado legisladores para preguntarle sobre el artículo y tuvo que asegurarles que, al menos en su opinión, la solución de dos estados sigue siendo factible.
“La gente se siente deprimida por la situación en la que se encuentra Israel y hacia dónde se dirige”, dijo Ben-Ami. “Es un poco más de leña al fuego”.
Beinart propone varias alternativas, incluidas un estado democrático binacional y una “confederación” en la que judíos y palestinos gozarían de un alto grado de autonomía en sus respectivas comunidades. “Es hora de visualizar un hogar nacional judío que sea también un hogar nacional palestino”, escribió.
Dice que no le preocupan las críticas a corto plazo. Su esperanza es generar una discusión a largo plazo sobre una alternativa por la “igualdad y justicia”.
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JERUSALÉN. — Un influyente comentarista estadounidense sostiene que la largamente defendida idea de una solución de dos estados —Israel y Palestina— ha perdido viabilidad. Peter Beinart ha estremecido al establishment judío y los círculos políticos de Washington al violar un antiguo tabú: apoyar la idea de un estado binacional único, una entidad democrática única con igualdad de derechos para judíos y palestinos entre el río Jordán y el Mediterráneo.
“La dolorosa verdad es que el proyecto que sionistas liberales como yo hemos apoyado durante décadas —un estado para los palestinos separado de un estado para los judíos— ha fracasado”, escribió Beinart. “Ya es hora de que los sionistas liberales abandonen el objetivo de la separación judeo-palestina y acepten el de la igualdad judeo-palestina”.
Estas declaraciones —cuando faltan apenas cuatro meses para la elección presidencial estadounidense— podrían reencausar el debate en círculos progresistas que en poco tiempo podrían empezar a tener influencia en la Casa Blanca. El debate ha cobrado fuerza a medida que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu habla de anexar partes de Cisjordania.
Beinart ha desafiado uno de los postulados centrales de la política exterior occidental y del discurso de muchos judíos de todo el mundo, de que es necesario garantizar la existencia de Israel como estado judío.
Beinart sostiene que tanto la diplomacia estadounidense y europea como los gobernantes israelíes han socavado a lo largo de décadas la idea de que la creación de un estado palestino independiente junto a Israel es el mejor camino hacia la paz.
“Hay una categoría de gente en Estados Unidos, judíos o no, que como yo creyeron durante mucho tiempo en la solución de dos estados y han perdido la confianza en ella, pero no ven una alternativa”, dijo Beinart en una entrevista luego de publicar una columna de opinión el 8 de julio en el New York Times y una pieza más larga en la revista Jewish Currents, de la que es editor independiente.
La lógica de la solución de dos estados es sencilla. Si sigue controlando a millones de palestinos que no tienen derecho a voto, Israel se verá en un dilema: mantiene el estatus quo y deja de ser una democracia u otorga a los palestinos el derecho al voto y pierde la mayoría judía. Un estado palestino independiente satisfaría las aspiraciones de ambas partes.
Beinart dijo que la creación de un estado palestino viable es imposible después de décadas de expansión de los asentamientos judíos en tierras ocupadas que reclaman los palestinos y propuestas como el plan de paz para Medio Oriente del presidente estadounidense Donald Trump que reduce cada vez más el territorio palestino.
El resultado, dijo, es un estado binacional de facto en el que los israelíes gozan de derechos fundamentales y millones de palestinos no.
Beinart, una destacada voz progresista, es influyente en la joven generación de judíos estadounidenses, que tienden a ser más críticos de Israel que sus padres o abuelos.
Su cambio de posición ha provocado un terremoto en el mundo judeo-estadounidense, donde el apoyo a Israel goza de consenso incluso entre los críticos más severos del gobierno intransigente de Netanyahu. Para muchos judíos, Israel es parte integrante de su identidad, sea por razones religiosas o como póliza de seguridad después del Holocausto y en una era de antisemitismo moderno.
Sus críticos en todo el espectro político acusan a Beinart de ingenuidad, falta de realismo e incluso antisemitismo. Algunos sostienen que pasa por alto lo que llaman la intransigencia de los palestinos, siempre dispuestos a recurrir a la violencia.
“¿Alguien recuerda que el NYTimes haya publicado otras columnas que exhortan a poner fin a otra nación (y miembro de la ONU)?”, tuiteó David Harris, presidente del poderoso Comité Judío Estadounidense.
Algunos activistas palestinos han reaccionado con escaso entusiasmo al decir que Beinart se limita a respaldar las posiciones que ellos mantienen desde hace tiempo. Mientras la autoridad palestina en Cisjordania sigue insistiendo en el estado independiente, la idea del estado binacional único tiene seguidores entre los jóvenes intelectuales palestinos. Beinart reconoce que él, como muchos judíos estadounidenses, no suele prestar atención a las voces palestinas.
Pero quizás los más alarmados son los correligionarios de Beinart en la izquierda estadounidense. Profesor de periodismo en la City University de Nueva York y articulista para The Atlantic, Beinart es una voz de centroizquierda que hasta hace poco abogaba por la solución de dos estados.
“La imagen que tenemos de él aquí es la de un tipo convencional reflexivo, muy inteligente, liberal y proisraelí. El hecho de que haya llegado a esto estremece a mucha gente”, dijo Jeremy Ben-Ami, presidente del grupo judío liberal J Street de Washington que apoya la solución de dos estados.
Ben-Ami dijo que lo han llamado legisladores para preguntarle sobre el artículo y tuvo que asegurarles que, al menos en su opinión, la solución de dos estados sigue siendo factible.
“La gente se siente deprimida por la situación en la que se encuentra Israel y hacia dónde se dirige”, dijo Ben-Ami. “Es un poco más de leña al fuego”.
Beinart propone varias alternativas, incluidas un estado democrático binacional y una “confederación” en la que judíos y palestinos gozarían de un alto grado de autonomía en sus respectivas comunidades. “Es hora de visualizar un hogar nacional judío que sea también un hogar nacional palestino”, escribió.
Dice que no le preocupan las críticas a corto plazo. Su esperanza es generar una discusión a largo plazo sobre una alternativa por la “igualdad y justicia”.
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