Polémica por abusos sexuales marcó gira del Papa
Tras su paso por Chile, donde calificó de “calumnias” los señalamientos hechos contra un sacerdote, llevó una gira más calmada en Perú.
El Papa Francisco finalizó hoy su sexta gira por América Latina con una misa multitudinaria en Lima, que reflejó la influencia de la Iglesia católica en el continente, a pesar de los escándalos que afloraron a su paso por Chile, debido a su postura ante los casos de abuso sexual cometidos por religiosos.
Carismático y cercano, Francisco causó furor entre los fieles peruanos, que lo acompañaron en masa en cada desplazamiento en papamóvil y en sus celebraciones religiosas, en particular la misa oficiada este domingo en la base aérea Las Palmas de Lima, donde se calcula que hubo más de medio millón de personas.
Sin embargo, el Papa no esquivó cuestiones espinosas y fue enérgico en sus críticas: frente al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, sospechoso de haberse beneficiado de coimas por medio de su consultora, dijo que la corrupción es un “virus” que lo “infecta todo”.
En Puerto Maldonado, capital del departamento amazónico peruano de Madre de Dios y una de las zonas más azotadas por la minería ilegal y la trata de personas para la prostitución, el Papa se reunió con los indígenas de la Amazonía y condenó la destrucción del medioambiente.
“Hemos de romper con el paradigma histórico que considera la Amazonía como una despensa inagotable de los Estados sin tener en cuenta a sus habitantes”, dijo el Papa argentino.
“La devastación de la vida que viene acarreada con esta contaminación ambiental propiciada por la minería ilegal”, señaló, y agregó: “me refiero a la trata de personas: la mano de obra esclava o el abuso sexual”, dijo.
Su paso por Perú, un país donde el número de católicos se sitúa alrededor del 70 por ciento, fue mucho más llevadero que su etapa anterior, en Chile, donde el pontífice tuvo que enfrentar el tema de los abusos sexuales clericales de religiosos en el país.
A la quema de tres iglesias y las permanentes críticas de víctimas se sumó la controvertida declaración de Francisco a un periodista que, al preguntarle por el polémico obispo Juan Barros, acusado de encubrir al sacerdote abusador Fernando Karadima, dijo que eran todo “calumnias”.
"No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia. ¿Está claro?", dijo el Papa, visiblemente molesto, en referencia a Barros. Barros ha sido criticado por sus vínculos con Karadima, condenado y apartado de por vida de sus funciones por el abuso de menores durante las décadas de 1980 y 1990.
El posicionamiento del Papa provocó críticas incluso en su círculo cercano y de confianza. El cardenal Sean O’Malley, mayor asesor papal de la cuestión sobre los abusos sexuales clericales, criticó la víspera al líder de la Iglesia católica y dijo que es “comprensible” que las palabras del Papa hayan causado rechazo en el país.
“Transmiten el mensaje: ‘si no pueden probar sus afirmaciones, entonces no se les creerá’; abandonan a quienes han sufrido reprobables violaciones a su dignidad humana, y relegan a los sobrevivientes al exilio desacreditado”, dijo en su carta O’Malley.
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