Se ve mal realizar cumbre G7 en club de golf: Casa Blanca
Hace algunas semanas el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso llevar a cabo la reunión en su club de golf, sin embargo ahora ha descartado la idea pues piensa que es inadecuado.
WASHINGTON. — El presidente Donald Trump canceló sus planes de realizar una cumbre internacional en su club de golf en la ciudad de Doral en Florida tras darse cuenta que “se ve muy mal” canalizar negocios hacia su propiedad, señaló el jefe de despacho de la Casa Blanca el domingo.
Mick Mulvaney dijo que Trump quedó “verdaderamente sorprendido ante el nivel de rechazo” por haber seleccionado Doral para albergar la cumbre del Grupo de los Siete del próximo año.
Trump “aún se considera parte del negocio de la hospitalidad” y “quería montar el mejor espectáculo posible”, dijo Mulvaney en una entrevista con “Fox News Sunday”.
Pero añadió: “Creo que sabe, la gente piensa que se ve muy mal”.
Trump anunció el sábado su cambio de parecer, algo inusual en él, después de enfrentar acusaciones de que utilizaba su puesto para enriquecerse al albergar la cumbre internacional en el club privado propiedad de su familia.
“Basándonos tanto en la prensa como en la loca e irracional hostilidad demócrata, ya no consideraremos al Trump National Doral, de Miami, como sede del G-7 de 2020”, tuiteó Trump. Señaló que su gobierno “comenzará de inmediato la búsqueda de otro sitio, incluyendo la posibilidad de Camp David”.
El sorprendente cambio de planes genera dudas adicionales sobre el futuro de Mulvaney en el cargo. El jueves ofreció una conferencia de prensa para anunciar a Doral como sede de la cumbre, e insistió en que su equipo había llegado a la conclusión de que “era por mucho la mejor instalación”. Mulvaney dijo que la Casa Blanca llegó a tal determinación después de visitar 10 lugares en todo el país.
Días después de ser el rostro de la selección del sitio, el jefe de despacho nuevamente apareció a nivel nacional, pero esta vez para decir: “Creo que cambiar es la decisión correcta”.
En su conferencia del jueves, Mulvaney reconoció que se habían ofrecido favores para obtener beneficios cuando Trump retuvo la ayuda de Estados Unidos a Ucrania a cambio de que la nación europea investigara a los demócratas y los comicios de 2016. Mulvaney posteriormente aseguró que sus comentarios fueron malinterpretados, pero no sin antes enfurecer al presidente y causar frustración entre otros altos funcionarios.
Trump había sido el primer funcionario del gobierno en insinuar públicamente la selección de su propiedad como sede de la cumbre cuando en agosto mencionó que era una de las posibilidades, y elogió las instalaciones y su cercanía al aeropuerto internacional de Miami.
Sus comentarios, más de un mes antes del anuncio, desataron críticas inmediatas de parte de grupos de transparencia y demócratas, quienes expresaron su preocupación de que Trump estuviera utilizando a la Casa Blanca para impulsar sus finanzas personales.
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