A 10 años de la masacre de migrantes en San Fernando no hay ninguna persona sentenciada
Entre el 22 y 23 de agosto de 2010, miembros del cartel Los Zetas secuestraron y asesinaron a migrantes en una bodega abandonada en el municipio de San Fernando, Tamaulipas.
MÉXICO.- La directora de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD), Ana Lorena Delgadillo, dijo que, a casi un decenio de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, en donde perdieron la vida 72 migrantes, no hay una sola sentencia en el caso.
Durante el encuentro virtual realizado en conmemoración por los fallecidos, comentó que “la noticia de la masacre nos paralizó a quienes somo defensores de personas migrantes, por eso nos reunimos en este espacio de memoria para no olvidar. Exigimos verdad, justicia y reparación”.
Entre el 22 y 23 de agosto de 2010, miembros del cartel Los Zetas secuestraron y asesinaron a migrantes en una bodega abandonada en el municipio de San Fernando, Tamaulipas. La mayoría venía de Centroamérica, así como de Brasil y Ecuador; en total fueron 58 hombres y 14 mujeres.
Sin embrago, al paso del tiempo, se supo que la masacre de San Fernando sólo fue uno de los capítulos más conocidos de una extensa lista de desapariciones. Pues al pasar los meses se descubrieron 196 cadáveres enterrados en 47 fosas clandestinas.
La periodista Marcela Turati, quien también estuvo en el encuentro y una de las escritoras del libro “72 migrantes”, subrayó que el trabajo continúa y que ese suceso no sólo fue un asunto del crimen organizado.
“El trabajo continúa, nueve cadáveres no han sido identificados, muchas familias no saben si su familiar es el que enterraron o no y eso es muy doloroso. En esta masacre lo que me ha quedado muy claro, lo que hemos estado investigando, es que todos están coludidos, o sea, no sólo es un asunto de unos criminales que pararon a unos migrantes, lo que ya sabemos es que frecuentemente secuestraban a migrantes, todavía hay muchos cuerpos enterrado en San Fernando”, afirmó.
En la presentación también estuvieron presentes algunos familiares de las víctimas, como Kimberly, hija de Eva Nohemí, víctima de la masacre, quien leyó una carta que le escribió a su madre. Por otro lado, Ángela Pineda dijo que es doloroso hablar de su hija Maira, pues cuando decidió irse “al norte” dejó a su bebé de 4 años.“Me neceó que se iba, yo le decía, aquí estamos comiendo aunque sea frijoles, ella me decía yo quiero un buen futuro para mi hijo”, resaltó.
En tanto, la periodista Alma Guillermo Prieto, comentó que al despertarse la mañana del 23 de agosto de hace diez años con la noticia de que habían matado sin ninguna razón a 72 migrantes en el norte del país, le resultó en un dolor espantoso y una vergüenza.
“Cada muerte es única, eran 72 personas, cada una con su familia, cada una con su historia. n el caso de los migrantes es particularmente importante porque México es un país de migrantes, porque todos somos migrantes”.
Por su parte el actor Daniel Giménez Cacho dijo que “el monstruo del olvido no se trague la memoria”. En un documento de la FJEDD, establece que a 10 años del crimen sólo hay 15 detenidos y que la impunidad prevalece en este y muchos otros casos.
El encuentro también contó con la participación del padre Pedro Pantoja, la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara; las escritoras Denise Dresser y Elena Poniatowska. Así como con poetas y cantantes centroamericanos.
MÉXICO.- La directora de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD), Ana Lorena Delgadillo, dijo que, a casi un decenio de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, en donde perdieron la vida 72 migrantes, no hay una sola sentencia en el caso.
Durante el encuentro virtual realizado en conmemoración por los fallecidos, comentó que “la noticia de la masacre nos paralizó a quienes somo defensores de personas migrantes, por eso nos reunimos en este espacio de memoria para no olvidar. Exigimos verdad, justicia y reparación”.
Entre el 22 y 23 de agosto de 2010, miembros del cartel Los Zetas secuestraron y asesinaron a migrantes en una bodega abandonada en el municipio de San Fernando, Tamaulipas. La mayoría venía de Centroamérica, así como de Brasil y Ecuador; en total fueron 58 hombres y 14 mujeres.
Sin embrago, al paso del tiempo, se supo que la masacre de San Fernando sólo fue uno de los capítulos más conocidos de una extensa lista de desapariciones. Pues al pasar los meses se descubrieron 196 cadáveres enterrados en 47 fosas clandestinas.
La periodista Marcela Turati, quien también estuvo en el encuentro y una de las escritoras del libro “72 migrantes”, subrayó que el trabajo continúa y que ese suceso no sólo fue un asunto del crimen organizado.
“El trabajo continúa, nueve cadáveres no han sido identificados, muchas familias no saben si su familiar es el que enterraron o no y eso es muy doloroso. En esta masacre lo que me ha quedado muy claro, lo que hemos estado investigando, es que todos están coludidos, o sea, no sólo es un asunto de unos criminales que pararon a unos migrantes, lo que ya sabemos es que frecuentemente secuestraban a migrantes, todavía hay muchos cuerpos enterrado en San Fernando”, afirmó.
En la presentación también estuvieron presentes algunos familiares de las víctimas, como Kimberly, hija de Eva Nohemí, víctima de la masacre, quien leyó una carta que le escribió a su madre. Por otro lado, Ángela Pineda dijo que es doloroso hablar de su hija Maira, pues cuando decidió irse “al norte” dejó a su bebé de 4 años.“Me neceó que se iba, yo le decía, aquí estamos comiendo aunque sea frijoles, ella me decía yo quiero un buen futuro para mi hijo”, resaltó.
En tanto, la periodista Alma Guillermo Prieto, comentó que al despertarse la mañana del 23 de agosto de hace diez años con la noticia de que habían matado sin ninguna razón a 72 migrantes en el norte del país, le resultó en un dolor espantoso y una vergüenza.
“Cada muerte es única, eran 72 personas, cada una con su familia, cada una con su historia. n el caso de los migrantes es particularmente importante porque México es un país de migrantes, porque todos somos migrantes”.
Por su parte el actor Daniel Giménez Cacho dijo que “el monstruo del olvido no se trague la memoria”. En un documento de la FJEDD, establece que a 10 años del crimen sólo hay 15 detenidos y que la impunidad prevalece en este y muchos otros casos.
El encuentro también contó con la participación del padre Pedro Pantoja, la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara; las escritoras Denise Dresser y Elena Poniatowska. Así como con poetas y cantantes centroamericanos.
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