Al alza denuncias por fraude en Durango

Las estadistas de las denuncias de fraude presentadas ante las autoridades del fuero común, en Durango señala que continúa con una tendencia al alza, pues de enero a julio del 2015, se presentaron un total de 580 denuncias por fraude, un 10.7 por ciento más que las 524 denuncias, registradas en la entidad durante el mismo lapso del año 2016.

Brenda Azucena Rosas Gamboa, diputada por el Partido Acción Nacional (PAN), propone hacer modificaciones al código penal, el cual se incorporan nuevas conductas a las establecidas en el delito de Fraude en las diferentes fracciones del texto del artículo 211 de Código; numeral que tipifica las conductas que se consideran por la doctrina como fraude especifico.

Expuso que, En Durango, particularmente en la capital y en varios municipios del estado se reporta cada vez con mayor frecuencia una actividad ilegal, que tiene muchos riesgos para quienes invierten en estructuras de ahorro como tandas, o las llamadas pirámides; que recientemente se han vuelto muy populares, pues prometen que, al realizar una inversión de una cantidad razonable de dinero, se podrá obtener hasta ocho veces más su monto inicial.

Para la entrevistada,  la incorporación de una fracción XXVI, del artículo 211, permitirá que se castigue como fraude a toda aquella persona que reciba dinero, valores o cualquier otra cosa por concepto de ahorro o inversión y ofrezca a cambio el ingreso a un sistema formal o informal de ahorro o de inversión en el que se generaría a favor del ahorrador o inversor, intereses o rendimientos de lo entregado, cuando no haga entrega de los intereses o rendimientos pactados, así como de la cantidad ahorrada o invertida, en el término de 15 días naturales después del vencimiento del plazo pactado.

Explicó que la adición que se propone se justifica con el hecho de castigar a todas aquellas personas que se aprovechen de las necesidades de otras personas, para obtener un lucro indebido, puesto que los tiempos que se viven hoy, son difíciles para la mayoría de las familias que hacen un esfuerzo para sobrevivir con una economía precaria y no es válido que quienes engañan a los demás, con la promesa de hacerles ganar dinero, no sean castigados con todo el rigor de la ley.