Alumnos de un kínder en Escobedo convirtieron el patio en un enorme altar 

ESCOBEDO.- Con el objetivo de preservar las tradiciones mexicanas, maestros y padres de familia convirtieron el patio del jardín de niños "Benita Reyes Cantú", en Escobedo, en el escenario de un panteón y enormes altares de muertos dedicados a Pedro Infante, icónico de la época de oro del Cine Mexicano, y a Rufino Tamayo, uno de los pintores mexicanos más importantes del siglo XX.

La cita fue la mañana del viernes en el plantel educativo que se ubica sobre la calle San Bartolomé, en la colonia Praderas de San Francisco.

En el panteón los menores, con ayuda de sus padres, elaboraron tumbas en honor a algún familiar fallecido o personaje emblemático, entre ellos se observó la fotografía de Celso Piña.

Personal docente y padres de familia también elaboraron 22 catrinas de poco más de un metro de altura.

Pero la protagonista de la celebración fue una enorme y bellísima catrina de 6 metros, hecha de papel crepé, lustrina de colores vibrantes y carrizo.

El papel picado lució en la nave escolar donde fueron resguardados los altares, apegados a las costumbres de Sonora y Oaxaca, de donde eran originarios los personajes mexicanos a quienes se les dedicó la ofrenda.

Los menores de edad, inscritos en el turno matutino, acudieron vestidos de vaqueros y con el rostro pintado de calaveritas. 

Al finalizar el recorrido, alumnos, maestros y padres de familia degustaron de pan de muerto, chocolate caliente y algunos alimentos que llevaron para compartir.

mmr