Por bajas ventas, productores de flor de Torreón tendrán que triturar su producto
Llegaron desde Villa Juárez a las ocho de la mañana y para el mediodía solo cinco ramos de flores habían vendido afuera del Panteón Municipal No. 1.
La Laguna.- Llegaron desde Villa Juárez a las ocho de la mañana y para el mediodía solo cinco ramos de flores habían vendido afuera del Panteón Municipal No. 1 en Torreón. El más pequeño de la familia, Alejandro Dimas, expone la situación de su abuelo, Juan Solís Solís, quien sembró una hectárea de flores y ahora deberá agotar el tiempo para sacar al menos lo invertido, situación que se ve imposible puesto que aún no le han pagado a los jornaleros que la cortaron.
“Ahorita está bien calmado, no sale nada. Tenemos desde el día 31 de octubre, la flor ya tiene cuatro días cortada y pues ahí va saliendo despacito pero no es igual que en otros años. El año pasado sí estuvo bien, sacamos dos camionetas y salieron las dos, y este año no. Antier estuvimos en Juan E. García, León Guzmán, nos hemos movido de lugares y no ha salido. La gente sí lleva para su altar uno o dos ramitos pero no es igual como en otros años que hemos estado sin esto de la pandemia. La labor es de mi abuelo y son tres hectáreas las que tiene pero este año no sembró la mitad, creo que fue nomás una hectárea la que sembró”, admitió Alejandro.
Don Juan llega y explica con toda la seriedad del mundo que para cultivar esa hectárea invirtió mucho dinero, mismo que no retornará porque aunque haga a un lado el valor de su tiempo y sus cuidados, a los cortadores les debe la paga.
“No saca uno ni pa’la gente que cortó, tuve que contratar porque una persona no va a cortar esto”, refiere al mismo tiempo que su nieto aplica los costos del traslado y la venta. Habrá que pagar gasolinas, comidas y gastos extraordinarios.
“Son gastos que salen, por si se poncha la troca y otros, todo son gastos, al quedarnos aquí nosotros tendríamos que terminar lo que traemos encima y ahorita tenemos desde las ocho de la mañana y hemos vendido 5 manojos”, dice el muchacho, quien reitera, la flor en la camioneta tiene cuatro días y por ello la familia se movilizó a varios puntos para intentar sacar lo de la labor.
Estos jóvenes deben llegar a las ocho de la mañana y concluirán a las seis, tomando lo que salga porque la flor ya no aguantará mucho y ellos deben estirar su tiempo de vida. Además aseguran, que pasada la fecha de los santos difuntos, no les quedará más que triturar la flor para volverla composta.
Lo mismo ocurre con otros productores que incluso compraron otras para poder diversificar su producto. Pero, se han quedado sentados en espera de los clientes que por la pandemia, han llegado poco a poco a los panteones.
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