Boleros afectados por baja afluencia a causa de la pandemia en Cadereyta
Juan Castillo Hernández tiene 35 años boleando en la plaza de la capital escobera, y no recuerda una etapa tan difícil como la que produjo la contingencia.
MONTERREY- Sobre el suelo de la plaza de Cadereyta Jiménez, yacen inactivos los cepillos para bolear, la crema de calzado y los trapos, todo perfectamente alineado. Llevan horas, días, estáticos, porque poca gente llega a bolearse. Al menos para los boleros, no hay reactivación económica.
Apenas hace un mes volvieron a la actividad, y aunque todavia no les piden se retiren, los boleros saben que la tercera ola de contagios de Covid-19 representa su sentencia de irse nuevamente a casa.
Juan Castillo Hernández tiene 35 años boleando en la plaza de la capital escobera, y no recuerda una etapa tan difícil como la que produjo la pandemia.Ser minusválido no le impide cada día luchar por la vida, y siempre había logrado salir adelante, hasta que el Covid-19 dejó a la gente encerrada en sus casas.
Don Nicolás Hernández Martínez comparte el módulo de bolear con Juan y otro bolero. Jubilado hace 15 años, la boleada representa una fuente extra de ingresos y una distracción. Pero ahora se la pasan esperando.
Hace 15 meses les prohibieron bolear, y apenas hace un mes regresaron, pero sólo están ocupados tres de los cinco lugares. Ha sido una época difícil, no saben cómo han logrado sobrevivir, y la tercera ola de Vovid-19 parece venir a darles la puntilla final.
Rja
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.