Cientos de personas exigen justicia por la muerte de menores tras accidente en San Nicolás
Familiares, amigos y repartidores de diversas aplicaciones se dieron cita para brindar el último adiós a las hermanitas fallecidas en el accidente en la avenida Rómulo Garza.
- 1 / 2
MONTERREY.- Apenas el domingo por la mañana, las hermanitas Regina e Isabella, corrían al jugar en una fiesta. Desconocían que horas más tarde, movilizarían a toda una ciudad, y conmocionarían a un gremio castigado que, con uñas y dientes, trata de sostener a sus familias.
El nombre de las pequeñas, quienes murieron a causa de un conductor ebrio que las chocó mientras viajaban con su madre cuando repartía comida, se volvió el grito de guerra de quienes hartos soportan a los conductores que no respetan las leyes. Mariana Lugo recién se había separado de su pareja. Laboraba en distintos oficios. Vendía pasteles y postres; endulzaba manzanas que luego comercializaba; y entregaba comida en su auto.
Paga renta de su casa, servicios y educación de sus pequeñas. La fatídica madrugada de lunes sus hijas la acompañaban como en otras ocasiones, cuando su familia no podía cuidarlas.Hoy ella y su familia viven la más terrible de las realidades. Por eso es que el gremio que integra, el de repartidores de comida, se solidarizó con Mariana.
A través de grupos en diversas redes sociales, se creó una caravana que partiría desde el lugar del accidente, en Rómulo Garza, hasta la funeraria donde Regina e Isabella recibirían su ultimo adiós. En cuestión de minutos, el numero de motociclistas pasó de apenas una decena a cientos de personas. Repartidores, vecinos, familias enteras. El sitio donde quedó el auto de Mariana y sus hijas, fue el elegido para volverla una especie de ofrenda.
Veladoras, flores blancas y hasta peluches, pretendían volver un sitio de paz aquél sitio de dolor y llanto.Algunos niños veían la escena sin poder comprender lo que sus ojos captaban, mientras sus padres los abrazaban con fuerza, como quien sintiera propio el dolor ajeno. Es la empatía ante la desgracia.
A las 10:30 de la noche el grupo de cerca de 100 motociclistas se dirigió a las capillas, seguidos por varios automovilistas.Luego de casi 30 minutos, el contingente llegó hasta las funerarias ubicadas en la av. Lázrao Cárdenas, en San Pedro. Al sentir el apoyo, la madre de familia agradeció el apoyo, y exigió lo que cualquier persona en su lugar.
El apoyo de los repartidores no quedó en una caravana. Tomaron una mochila térmica en la que trasladan los alimentos, y recolectaron donativos entre su gremio para donarlo a la familia Lugo.Tras dos minutos de silencio, el contingente partió, y únicamente los familiares y amigos más cercanos dieron el ultimo adiós a las pequeñas Regina e Isabella.
Rod
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.