Identifican un barco esclavista en costas de Yucatán
El navío de origen español La Unión, que traficaba con indígenas mayas, naufragó en 1861.
MÉXICO.- En México se ejerció el comercio de esclavos en pleno siglo XIX. “Esta ominosa verdad”, como la describe la arqueóloga Helena Barba Meinecke, se pone de relieve gracias al descubrimiento del vapor La Unión, que naufragó el 19 de septiembre de 1861, y que fue localizado en 2017 en las costas de la Península de Yucatán.
Pese a que la comercialización de esclavos mayas fue prohibida por Benito Juárez el 6 de mayo de 1861, la corrupción impidió su cumplimiento. Un ejemplo claro fue el naufragio de este pecio, plantea Barba Meinecke, responsable de la oficina de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) en la Península de Yucatán.
En entrevista con MILENIO, la arqueóloga subacuática asegura que hasta antes del descubrimiento del vapor La Unión por parte de la SAS, localizado a 3.7 kilómetro del puerto de Sisal y a 7 metros de profundidad, no se había identificado ningún barco relacionado con la especulación ni con relación al esclavismo.
“La esclavitud se propagó a raíz de la Guerra de Castas, entre 1847 y 1901, cuando los indígenas mayas se enfrentaron con los criollos por el cobro excesivo de impuestos y el acaparamiento de las tierras de cultivo. Algunos gobernantes, españoles y criollos, los expulsaron”, dice la especialista.
La esclavitud de los mayas fue posible con la complicidad de la empresa española Zangroniz Hermanos y Compañía, con sede en La Habana, que los transportaba a Cuba ante la escasez de mano de obra en las plantaciones de azúcar.
Un esclavo maya era vendido hasta por 25 pesos, y los intermediarios los revendían: los hombres hasta por 160 pesos, y las mujeres a 120.
¿Qué confirma el hallazgo?
Algunos investigadores han tratado el tema de la esclavitud, pero nunca se había asociado con un naufragio. Inicialmente al navío se le identificaba como el vapor Adalio, el nombre del abuelo del pescador Juan Diego Esquivel, que lo ubicó. Sin embargo, una vez que encontramos el naufragio en el 2017, lo identificamos y establecimos de qué puerto salió, qué bandera tenía y qué tipo de accidente sufrió. Se tiene el antecedente de que, previo a su hundimiento por explosión, en octubre de 1860, dicho barco fue sorprendido en Campeche con una carga de 29 mayas esclavos, incluidos algunos niños.
¿Cómo ubicaron los vestigios?
Primero revisamos los archivos históricos, después determinamos las áreas de búsqueda arqueológicas subacuáticas. Supimos que era el vapor La Unión luego de consultar los archivos históricos.
Nos dimos cuenta que tenía un tipo de caldera, una máquina de balancín y una rueda de paleta como los vapores tipo Misisipi.
Además de que no contaba con la propela, por lo que sabemos que es un pecio construido antes de 1860. Otro elemento clave para su identificación fueron unos cubiertos de latón que eran usados por los pasajeros de primera clase, que coinciden con los de la empresa Zangroniz Hermanos, que hacía sus travesías entre Sisal, Campeche, Veracruz y Tampico.
Después de la exploración, hicimos un trabajo de laboratorio, con pruebas arqueométricas, a los elementos recuperados.
¿Qué pasó con la compañía?
Después del decreto emitido por Juárez, a la empresa esclavista no la retiraron ni la echaron del país. Hay referencias de que volvió a operar en la época del Segundo Imperio y durante el porfiriato. Encontramos que tuvo contratos con los gobiernos en turno, relacionados con la construcción de los ferrocarriles.
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MÉXICO.- En México se ejerció el comercio de esclavos en pleno siglo XIX. “Esta ominosa verdad”, como la describe la arqueóloga Helena Barba Meinecke, se pone de relieve gracias al descubrimiento del vapor La Unión, que naufragó el 19 de septiembre de 1861, y que fue localizado en 2017 en las costas de la Península de Yucatán.
Pese a que la comercialización de esclavos mayas fue prohibida por Benito Juárez el 6 de mayo de 1861, la corrupción impidió su cumplimiento. Un ejemplo claro fue el naufragio de este pecio, plantea Barba Meinecke, responsable de la oficina de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) en la Península de Yucatán.
En entrevista con MILENIO, la arqueóloga subacuática asegura que hasta antes del descubrimiento del vapor La Unión por parte de la SAS, localizado a 3.7 kilómetro del puerto de Sisal y a 7 metros de profundidad, no se había identificado ningún barco relacionado con la especulación ni con relación al esclavismo.
“La esclavitud se propagó a raíz de la Guerra de Castas, entre 1847 y 1901, cuando los indígenas mayas se enfrentaron con los criollos por el cobro excesivo de impuestos y el acaparamiento de las tierras de cultivo. Algunos gobernantes, españoles y criollos, los expulsaron”, dice la especialista.
La esclavitud de los mayas fue posible con la complicidad de la empresa española Zangroniz Hermanos y Compañía, con sede en La Habana, que los transportaba a Cuba ante la escasez de mano de obra en las plantaciones de azúcar.
Un esclavo maya era vendido hasta por 25 pesos, y los intermediarios los revendían: los hombres hasta por 160 pesos, y las mujeres a 120.
¿Qué confirma el hallazgo?
Algunos investigadores han tratado el tema de la esclavitud, pero nunca se había asociado con un naufragio. Inicialmente al navío se le identificaba como el vapor Adalio, el nombre del abuelo del pescador Juan Diego Esquivel, que lo ubicó. Sin embargo, una vez que encontramos el naufragio en el 2017, lo identificamos y establecimos de qué puerto salió, qué bandera tenía y qué tipo de accidente sufrió. Se tiene el antecedente de que, previo a su hundimiento por explosión, en octubre de 1860, dicho barco fue sorprendido en Campeche con una carga de 29 mayas esclavos, incluidos algunos niños.
¿Cómo ubicaron los vestigios?
Primero revisamos los archivos históricos, después determinamos las áreas de búsqueda arqueológicas subacuáticas. Supimos que era el vapor La Unión luego de consultar los archivos históricos.
Nos dimos cuenta que tenía un tipo de caldera, una máquina de balancín y una rueda de paleta como los vapores tipo Misisipi.
Además de que no contaba con la propela, por lo que sabemos que es un pecio construido antes de 1860. Otro elemento clave para su identificación fueron unos cubiertos de latón que eran usados por los pasajeros de primera clase, que coinciden con los de la empresa Zangroniz Hermanos, que hacía sus travesías entre Sisal, Campeche, Veracruz y Tampico.
Después de la exploración, hicimos un trabajo de laboratorio, con pruebas arqueométricas, a los elementos recuperados.
¿Qué pasó con la compañía?
Después del decreto emitido por Juárez, a la empresa esclavista no la retiraron ni la echaron del país. Hay referencias de que volvió a operar en la época del Segundo Imperio y durante el porfiriato. Encontramos que tuvo contratos con los gobiernos en turno, relacionados con la construcción de los ferrocarriles.
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