Jalisco, tercer lugar en homicidios dolosos contra mujeres

Jalisco subió cinco puestos en el ranking nacional respecto de los tres primeros meses de 2018 colocándose en el tercer puesto de homicidios dolosos contra mujeres ocurridos en el país, solo por debajo del Estado de México y Guanajuato.

En México, 11 delitos sexuales son cometidos en contra de mujeres por cada delito sexual cometido a hombres.

Especialistas del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara, presentaron un análisis con enfoque de género referente a los índices de victimización y violencia, en el marco del 25 aniversario del Centro de Estudios de Género del CUCSH, que inició sus funciones un 1o. de octubre de 1994.

De acuerdo con cifras de la entidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, mejor conocida como ONU Mujeres, en México, al menos 6 de cada 10 mujeres han enfrentado un incidente de violencia, el 41.3 por ciento han sido víctimas de violencia sexual y 9 mujeres son asesinadas cada día dentro del territorio nacional; ante esta coyuntura, Alfonso Hernández Rodríguez, coordinador del Centro de Estudios de Género del CUCSH, calificó como trascendental tanto para mujeres como para hombres, llevar a cabo una puntual revisión de algunos puntos específicos relacionados con la violencia y las mujeres, ya que del 2015 a la fecha, suman ya 3 mil 200 feminicidios a nivel nacional, y sólo de enero a junio del 2019, se presentaron 470 casos, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En estos 25 años del Centro de Estudios de Género, se han realizado diversas investigaciones, tratando de proponer planes de transversalización de la perspectiva de género debido a que, desde su punto de vista, esa es la herramienta para contribuir dejando de ver al género como algo específico, ya que si este no permea, la perspectiva de género y las pretensiones de equidad en cualquier actividad que se realice en la sociedad, difícilmente se generará un cambio. Para Hernández Rodríguez, existen dos formas de hacerlo, una de ellas, tiene que ver con las cuestiones estructurales, con las leyes y a través de la educación, pero la más importante, desde la familia, ya que es en ese núcleo en donde se aprende la división sexual del trabajo “las niñas hacen una cosa, los niños hacen otra”.

“Como decía Celia Amorós, está presente un contrato social, el de pensar los hombres de un modo y las mujeres de otro, lo que quiere decir que los hombres tenemos la expectativa de ser proveedores al cien por ciento aunque no lo seamos y en ese sentido, aunque la mujer trabaje y aporte incluso una cantidad mayor que el hombre, nos seguimos sintiendo los proveedores; en el caso de las masculinidades, al sentirnos así, decidimos sobre muchas cosas, desatando muchísimas oportunidades perdidas ya que en esa división sexual del trabajo, se van vocacionando a las personas para que hagan o dejen de hacer algunas cosas y hay un gran talento femenino desperdiciado para que se sitúen en las ciencias exactas; está probado que la mayoría de las chicas tienen mejor promedio en matemáticas en secundaria y en preparatoria que los chicos pero no hay esa proporcionalidad de chicas que elijan una vocación para las ciencias duras, ya que se van a carreras consideradas tradicionalmente femeninas”. indicó.

Asimismo, enfatizó en que la atención a la violencia de género, no ha sido una prioridad para los gobiernos locales, ni para el nacional, pues el número de asesinatos de mujeres va a la alza, debido a que no hay estrategias claras y efectivas para prevenirlos: “Mientras las alertas de género no vayan acompañadas de acciones efectivas y reales de protección a las mujeres, se va a seguir presentando. Si la pena de muerte no ha sido capaz de disuadir a los criminales, mayores penas para el delito de feminicidio tampoco lo va a disuadir. Hacen falta cambios culturales, educativos, de valores. El gobierno tiene que salvaguardar la vida de las mujeres y de la población en general, pero no lo ha logrado porque desde mi punto de vista no es un tema prioritario para ellos”, expuso y añadió que se debe dedicar mayor presupuesto a las políticas de prevención e instancias de atención, fortalecer las casas de acogida, además de proteger a las mujeres que están en ellas, y darle seriedad a los procesos de denuncia en las instancias que atienden a personas violentadas por cuestiones de género.