Las curiosas leyendas entorno al origen del café

ESPECIAL.- El café tiene un encanto que ninguna bebida puede superar, ni en sus leyendas y mitosCuenta la leyenda que en el Cuerno de África, en Etiopía, en la provincia de Kaffa, un pastor notó que sus cabras se ponían eufóricas al comer ciertas cerezas rojas, y decidió probarlas, así descubrió el cafeto.

Otra leyenda narra que se descubrió porque los esclavos que llevaban a Moca, en Yemen, recuperaban fuerza al masticar la baya del café.

Existe una historia sobre un monje que tuvo la ocurrencia de  cocinar los frutos del cafeto, y como no les gustó, enojado, tiro los granos al fuego, donde se tostaron y despidieron su delicioso aroma. Así nació el tueste del café.

En Guyana se cultivaba café y guardaban las semillas celosamente, pero es histórico que en 1727 un oficial brasileño sedujo a la esposa del Gobernador, y ésta, cuando el militar se despidió, le envió un enorme ramo de flores. Dentro, iban las semillas del cafeto.

Actualmente el café más caro del mundo es el Kopi Luwak, que puede  costar cien dólares la taza, pese a que toma su delicado sabor luego de pasar por el aparato digestivo de un mamífero de Indonesia. Adivinó, recogen la semilla cuando la defeca.

Muchos negocios se hacen con un café, pero sólo uno nació del café. El mercado de seguros Lloyd´s, en London, nació originalmente como una cafetería.

Tantas como leyendas sobre el café son los mitos. Pero lo único probado científicamente es que se trata de un antioxidante, así que ayuda a verse joven. Cierto que reduce la fatiga, pero no afecta ni el corazón ni ningún otro órgano.

Pero tanto se ha hablado de que el café hace daño, que en el Siglo 18 el rey Gustavo III de Suecia, convencido de que el café era un veneno, ordenó a un reo tomar café todos los días y a otro, tomar té.

El experimento, que fue seguido por una comisión médica, fue un fracaso: los primeros en morir fueron los médicos, después el rey.

Muchos años más tarde murió el condenado a tomar té y recién después de eso, murió el bebedor de café.Pequeños trozos de historia del café, matizados de leyendas, pero tan fascinantes como su aroma y sabor.

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