Migrantes denuncian que los gobiernos de diferentes países les han mentido

CIUDAD DE MÉXICO.- El cansancio tuvo sus consecuencias y, al cumplir seis días; en el campamento del estadio Martinez Palillo y luego de que no llegaran los 170 autobuses que pidieron, los migrantes centroamericanos decidieron continuar, por su cuenta, su camino hacia el sueño americano.

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Sin importar que el presidente estadunidense Donald Trump prohibiera solicitudes de asilo por 90 días. En taxi, camión, de aventón, en tráiler y en Metro, había que cumplir el objetivo de seguir hasta Querétaro y de ahí a Tijuana o Monterrey. Por su alto riesgo, Tamaulipas quedó descartado.

Según organizaciones civiles, fueron más de mil 600 los centroamericanos que se fueron a lo largo de esta mañana pero en el campamento quedaron más de 3 mil a quienes les llegó un viernes con música y dulces y hasta una canción de cumpleaños.

Más que llanto, era necesaria la sonrisa y hubo quien se prestó para encabezar el respectivo espectáculo en medio del contingente de refugiados.

Pero también hubo quien permaneció en espera de lo prometido por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

Estos momentos no fueron suficientes para aminorar el coraje pues, un grupo de organizadores de la caravana, quienes cuestionaron a las Naciones Unidas el no facilitarles autobuses para el camino, responsabilizaron tanto a la organización como a varios gobiernos por lo que le ocurra a la caravana.

De esta manera el éxodo centroamericano pasa sus últimas horas para reanudar este sábado su ruta hacia Estados Unidos.

IWHL