Negociará líder indígena a favor de planta en Sinaloa

CIUDAD DE MÉXICO.- El gobernador nacional de los Pueblos Indígenas, Hipólito Arriaga Pote, brindará su apoyo para que continúe la construcción de la planta de amoniaco en el puerto de Topolobampo, en el municipio sinaloense de Ahome, aseguró el secretario de Economía de Sinaloa, Javier Lizárraga Mercado. 

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Arriaga se comprometió a destrabar la construcción con los grupos indígenas y ambientalistas, quienes se oponen al proyecto y “tienen el estigma de que la planta causará daños”.

El funcionario estatal dijo que se reunió con el gobernador y le expuso los beneficios que traerá para la región la construcción de la planta que promueve la empresa Gas y Petroquímica de Occidente (GPO). 

“Quedó muy claro que nos va apoyar con el proyecto con los distintos pueblos indígenas de aquí de Sinaloa, él está puesto. Le hicimos una presentación formal y bueno esto va ser importantísimo para destrabar la inversión de este proyecto en Topolobampo”, aseveró.

El complejo será un referente mundial y traerá una inversión de varios millones de pesos para detonar económicamente a Sinaloa, resaltó Lizárraga. 

Arriaga —dijo— será un conducto para dialogar con las personas que aún se niegan a su construcción, pese a que traerá mucha inversión al estado.

El pasado 14 de noviembre un juzgado federal autorizó la construcción de la planta de amoniaco y resolvió que su operación no causará daños irreparables a las Lagunas de Santa María-Topolobampo-Ohuira, sino que coadyuvará a su regeneración y preservación.

Indicó que el gobierno federal acreditó con base en el estudio de impacto y riesgo ambiental que no viola los derechos humanos a un ambiente sano, al desarrollo sustentable, a la salud y al agua. 

Se acreditó fehacientemente que la construcción y operación de la planta no generará un desastre ambiental ni afectará la salud de quienes habitan cerca; tampoco ocasionará daño a la flora y fauna que habita el lugar.

Por el contrario, se estableció que la empresa GPO está obligada a adoptar medidas que eviten que se sigan recibiendo descargas de aguas negras, restos de fertilizantes e insecticidas que a diario desembocan en la bahía.

En la actualidad colectivos ecológicos se oponen a su construcción, además mantienen varios amparos contra la construcción de la planta.

La construcción de la planta está proyectada en el estero de la bahía de Ohuira, una zona federal protegida declarada como patrimonio nacional, donde habitan más de 90 especies marinas y que recibe a 80 por ciento de las aves migratorias que pasan por México. 

RC