Obesidad contrae el PIB 5.3% cada año en México: OCDE
La cifra representa 1.3 billones de pesos; Robledo, director del IMSS, acepta que esta batalla “se va perdiendo”.
ESPECIAL.- México pasó de un “emergencia sanitaria a una económica” debido al sobrepeso y a la obesidad que padece 75. 2 por ciento de la población, lo que está generando pérdidas anuales de 5.3 por ciento del producto interno bruto (PIB), es decir, de 1.3 billones de pesos, alertó un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En la presentación del estudio “La pesada carga de la obesidad: La economía de la prevención”, elaborado por la OCDE, Ernesto Acevedo, subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, aseguró que “para cuantificar el tamaño del problema, déjeme decirle que 5.3 por ciento del PIB equivale, en pesos corrientes, a 1.3 billones de pesos.
“Es una cifra superior al presupuesto que tienen todos los ramos de la administración en el Presupuesto de Egresos de la Federación. 1.3 billones de pesos es superior al presupuesto total de Issste y del IMSS juntos, es 10 veces superior al presupuesto de la Secretaría de salud”, detalló el funcionario federal.
Por ello, abundó, “si en 2016, la obesidad y sobrepeso constituían una emergencia sanitaria, hoy debemos reconocer que estamos ante una emergencia económica que resulta inaceptable para cualquier economía y, para el gobierno de México significa reconocer que estamos viviendo en una crisis permanente”, porque está afectando la productividad y el desarrollo del país.
En este estudio en el que se analiza la situación de sobrepeso y obesidad, así como de las enfermedades crónicas que generan, José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, comentó que los altos niveles de sobrepeso y obesidad reducen la fuerza laboral equivalente a 2.4 millones de trabajadores de tiempo completo al año, ya que tienden a ser menos contratados y, en caso de obtener el empleo, resultan ser menos productivos.
En la Secretaría de Economía, Gurría refirió que en 2014 la pérdida del PIB anual en México era de 3.3 por ciento y la falta de políticas integrales elevó esta pérdida a 5.3 por ciento, “un porcentaje muy superior al promedio de los países de la OCDE y casi 60 por ciento mayor que el promedio de los países miembros”.
“Supondrá cerca de 8.9 por ciento del gasto en salud, entre 2020 a 2050, casi 9 por ciento prácticamente del gasto de salud se va a tener que dedicar a la obesidad y sobrepeso", añadió Gurría tras señalar que México debe aplicar medidas más estrictas, que incluyan etiquetados informativos claros, aumento de impuestos, la prescripción médica de actividad física, la reformulación de productos alimenticios e introducir un cambio gradual para tener dietas más saludables.
“Una reducción calórica de 20 por ciento en los alimentos con alto contenido en azúcar, sal, calorías y grasas saturadas pueden prevenir 1.4 millones enfermedades no transmisibles de aquí a 2050, ahorrar 1.9 mil millones de pesos en costos en salud, y aumentar el empleo y la productividad en un equivalente a 71 mil trabajadores de tiempo completo”, aseveró.
Gurría relató:
“Yo tenía muchas llamadas de los productores de las bebidas azucaradas que me decían que esto es un problema de estilo de vida, de opciones de las personas. Yo les insistía que yo no era la persona a la que habrían que llamarle, sino a las autoridades del país, pero que en el fondo todas las medidas que México está manejando están vinculadas a un tema de salud pública”.
Por su parte, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, aseguró que México enfrenta una guerra que está perdiendo. “Al hablar de sobrepeso, al hablar de obesidad, al hablar de diabetes, el Estado mexicano sí está librando una guerra diaria y hoy hay que reconocerlo, es una guerra que estamos perdiendo”.
“¡Cuánto se pierde? Más de 400 millones de horas laborables por diabetes asociada, lo que equivale a 184 mil empleos de tiempo completo, cuando tenemos la necesidad de seguir generando bienestar, desarrollo y crecimiento”, abundó Robledo.
Por ello, desde el 31 de diciembre, de los hospitales, unidades de medicina, deportivos, e instalaciones del IMSS dejaron de darle concesiones a las tiendas de conveniencia OXXO, además de que denunció que con los impuestos especiales no se cumplieron con los compromisos en favor de la salud.
“¿Cuáles fueron los resultados de los impuestos?, ¿un peso por litro de refresco? Se recaudaron 98 mil 700 millones de pesos entre 2014 y 2018.
“En cuatro años se recaudaron casi 100 mil millones de pesos, y la pasada administración dijo que iba a construir 40 mil bebederos en escuelas y lugares públicos, la cifra el final fue de 11 mil. Hubo recursos, tiempo para hacerlo, pero no verdadera voluntad.
“Se interpuso el bienestar de los mexicanos por los intereses económicos de la industria altamente calórica”, añadió. Robledo refirió que un estudio del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM sobre Chiapas y Centroamérica, indica que el estado mexicano es la región del mundo donde más se consume refresco, en promedio las personas beben 2.25 litros por día.
Hugo López- Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción a la Salud, presentó algunas medidas para contrarrestar la obesidad y sobrepeso, entre estas, fomentar el uso de elevadores en las oficinas federales a partir del tercer piso, con excepción de los trabajadores con discapacidad; incentivar la producción de alimentos en zonas rurales; impulsar con el Issste programas de medición de masa corporal; eliminar los utensilios de plástico; atender la salud mental.
También se cuenta con la estrategia Aprendiendo a comer bien para atender de manera anticipada la educación nutricional en el primer nivel de salud, en particular en escuelas.
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ESPECIAL.- México pasó de un “emergencia sanitaria a una económica” debido al sobrepeso y a la obesidad que padece 75. 2 por ciento de la población, lo que está generando pérdidas anuales de 5.3 por ciento del producto interno bruto (PIB), es decir, de 1.3 billones de pesos, alertó un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En la presentación del estudio “La pesada carga de la obesidad: La economía de la prevención”, elaborado por la OCDE, Ernesto Acevedo, subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, aseguró que “para cuantificar el tamaño del problema, déjeme decirle que 5.3 por ciento del PIB equivale, en pesos corrientes, a 1.3 billones de pesos.
“Es una cifra superior al presupuesto que tienen todos los ramos de la administración en el Presupuesto de Egresos de la Federación. 1.3 billones de pesos es superior al presupuesto total de Issste y del IMSS juntos, es 10 veces superior al presupuesto de la Secretaría de salud”, detalló el funcionario federal.
Por ello, abundó, “si en 2016, la obesidad y sobrepeso constituían una emergencia sanitaria, hoy debemos reconocer que estamos ante una emergencia económica que resulta inaceptable para cualquier economía y, para el gobierno de México significa reconocer que estamos viviendo en una crisis permanente”, porque está afectando la productividad y el desarrollo del país.
En este estudio en el que se analiza la situación de sobrepeso y obesidad, así como de las enfermedades crónicas que generan, José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, comentó que los altos niveles de sobrepeso y obesidad reducen la fuerza laboral equivalente a 2.4 millones de trabajadores de tiempo completo al año, ya que tienden a ser menos contratados y, en caso de obtener el empleo, resultan ser menos productivos.
En la Secretaría de Economía, Gurría refirió que en 2014 la pérdida del PIB anual en México era de 3.3 por ciento y la falta de políticas integrales elevó esta pérdida a 5.3 por ciento, “un porcentaje muy superior al promedio de los países de la OCDE y casi 60 por ciento mayor que el promedio de los países miembros”.
“Supondrá cerca de 8.9 por ciento del gasto en salud, entre 2020 a 2050, casi 9 por ciento prácticamente del gasto de salud se va a tener que dedicar a la obesidad y sobrepeso", añadió Gurría tras señalar que México debe aplicar medidas más estrictas, que incluyan etiquetados informativos claros, aumento de impuestos, la prescripción médica de actividad física, la reformulación de productos alimenticios e introducir un cambio gradual para tener dietas más saludables.
“Una reducción calórica de 20 por ciento en los alimentos con alto contenido en azúcar, sal, calorías y grasas saturadas pueden prevenir 1.4 millones enfermedades no transmisibles de aquí a 2050, ahorrar 1.9 mil millones de pesos en costos en salud, y aumentar el empleo y la productividad en un equivalente a 71 mil trabajadores de tiempo completo”, aseveró.
Gurría relató:
“Yo tenía muchas llamadas de los productores de las bebidas azucaradas que me decían que esto es un problema de estilo de vida, de opciones de las personas. Yo les insistía que yo no era la persona a la que habrían que llamarle, sino a las autoridades del país, pero que en el fondo todas las medidas que México está manejando están vinculadas a un tema de salud pública”.
Por su parte, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, aseguró que México enfrenta una guerra que está perdiendo. “Al hablar de sobrepeso, al hablar de obesidad, al hablar de diabetes, el Estado mexicano sí está librando una guerra diaria y hoy hay que reconocerlo, es una guerra que estamos perdiendo”.
“¡Cuánto se pierde? Más de 400 millones de horas laborables por diabetes asociada, lo que equivale a 184 mil empleos de tiempo completo, cuando tenemos la necesidad de seguir generando bienestar, desarrollo y crecimiento”, abundó Robledo.
Por ello, desde el 31 de diciembre, de los hospitales, unidades de medicina, deportivos, e instalaciones del IMSS dejaron de darle concesiones a las tiendas de conveniencia OXXO, además de que denunció que con los impuestos especiales no se cumplieron con los compromisos en favor de la salud.
“¿Cuáles fueron los resultados de los impuestos?, ¿un peso por litro de refresco? Se recaudaron 98 mil 700 millones de pesos entre 2014 y 2018.
“En cuatro años se recaudaron casi 100 mil millones de pesos, y la pasada administración dijo que iba a construir 40 mil bebederos en escuelas y lugares públicos, la cifra el final fue de 11 mil. Hubo recursos, tiempo para hacerlo, pero no verdadera voluntad.
“Se interpuso el bienestar de los mexicanos por los intereses económicos de la industria altamente calórica”, añadió. Robledo refirió que un estudio del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM sobre Chiapas y Centroamérica, indica que el estado mexicano es la región del mundo donde más se consume refresco, en promedio las personas beben 2.25 litros por día.
Hugo López- Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción a la Salud, presentó algunas medidas para contrarrestar la obesidad y sobrepeso, entre estas, fomentar el uso de elevadores en las oficinas federales a partir del tercer piso, con excepción de los trabajadores con discapacidad; incentivar la producción de alimentos en zonas rurales; impulsar con el Issste programas de medición de masa corporal; eliminar los utensilios de plástico; atender la salud mental.
También se cuenta con la estrategia Aprendiendo a comer bien para atender de manera anticipada la educación nutricional en el primer nivel de salud, en particular en escuelas.
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