Oxchuc, desplazados bajo amenaza de ‘minimonarquía’
20 familias de Stenle’akil no regresan a su casa, luego de que un grupo de hombres armados destruyó sus viviendas y los despojó de todos sus bienes por oponerse al gobierno del Partido Verde.
Oxchuc está a un paso de sacar a los partidos políticos de ese municipio en Chiapas. El costo ha sido alto. Desde hace casi un mes, 20 familias de la comunidad de Stenle’akil no vuelven a casa. La tarde del pasado 1 de julio un grupo de hombres armados destruyó sus viviendas y los despojó de todos sus bienes por oponerse a ser gobernados por el Partido Verde.
“Fuimos corridos de nuestras casas con detonaciones de armas de fuego, con cohetones, resorteras, tiradores, todo”, cuenta María Gómez mientras calienta café desde una cocina improvisada en el patio de las oficinas del DIF estatal, donde los miembros de Stenle’akil pasan las noches.
“Todos los que hicieron estos actos son simpatizantes de María Gloria; nos persigue porque no formamos parte de su partido ni tampoco somos sus simpatizantes”, explica la señora Gómez en lengua tzeltal. Se refiere a María Gloria Sánchez, presidenta municipal.
Las familias desplazadas como la de María se instalaron en el patio del DIF estatal. Muestran fotos del día que los golpearon: aparecen con los rostros tumefactos. El presidente municipal depuesto, pero reconocido por 95 por ciento de los habitantes del municipio, Óscar Gómez, tomó la declaración de cada uno y les proporcionó alimentos y cobijas.
Desde hace dos años, este tipo de hechos son frecuentes. Óscar, el alcalde que reconoce la comunidad como su autoridad, despacha en la cabecera municipal y atiende éste y otros hechos de violencia que sufren sus habitantes por no simpatizar con la presidenta municipal.
En octubre de 2015 los habitantes de Oxchuc integraron la Comisión Permanente para la Paz y el Diálogo, luego de que los resultados de la contienda electoral le dieran nuevamente el triunfo a Gloria Sánchez, que había ocupado ese cargo de 2005 a 2007. Antes y después de ese periodo lo había hecho su esposo Norberto Santís López.
Cuenta Gabriel Méndez, integrante y abogado de la Comisión Permanente para la Paz y el Diálogo:
“Empiezan a robar al pueblo. Cada vez que tú llegabas con el presidente municipal, Norberto Santos, tenías que llevarle su pollo, matar un venado para que te pudiera dar un apoyo de aula o de carretera. Lo mismo con María Gloria”, afirma Gabriel, mientras camina por la plaza principal de Oxchuc.
Jaime Martínez Veloz es Comisionado para el Diálogo con Pueblos Indígenas de la Secretaría Gobernación. Él ha alertado que puede haber más episodios de violencia. Lo explica así:
“Ella es parte de una familia que ha venido gobernando ese municipio. Yo no tengo nada contra ella, pero ahí veo un hecho real que afecta la gobernabilidad. Por decirlo de alguna manera, ahí hay una minimonarquía y eso el sistema de partidos que tenemos ahora lo ha permitido”.
En noviembre pasado, el esposo de María Gloria fue detenido luego de que el Órgano de Fiscalización del Congreso estatal comprobara un daño al erario público municipal por más de 13 millones de pesos. Antes de ello, el ex alcalde pasó dos años preso (de 2005 a 2007) por enriquecimiento ilícito y operaciones de procedencia ilícita.
“Estos nada más se despacharon con la cuchara grande, se robaron el dinero del pueblo y eso es evidente. No tenemos luz, agua, servicios básicos”, dice Gabriel Méndez.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación (Coneval), Oxchuc es uno de los municipios con alto índice de rezago social: 30 por ciento de los menores de edad padece tracoma y 70 por ciento de las comunidades carece de agua, luz y servicios de salud.
“Las calles de la cabecera municipal están en plena oscuridad, no se ve que es un municipio”, cuenta Óscar Gómez, que despacha desde la cabecera municipal sin recursos.
Hasta hoy, María Gloria recibe un presupuesto mensual de 40 millones de pesos para la administración del municipio, pero no trabaja aquí.
Luego de desconocer a María Gloria en noviembre de 2015, los pobladores de Oxchuc tomaron el palacio municipal y desde entonces la presidenta constitucional no puede volver a sus oficinas: despacha desde una sede alterna en San Cristóbal de las Casas.
Ella porta un huipil rojo. Ocupa dos teléfonos celulares y tiene una sonrisa a medias. La acompañan cinco personas que dicen ser de confianza y un equipo de seguridad que resguarda el lugar donde María Gloria asegura a MILENIO que las personas que han tomado el ayuntamiento no son más que un grupo de vándalos y activistas que hacen todo por el poder.
“Fui presidente municipal en 2005, pero fui electa constitucionalmente. Si haces las cosas bien también te ganas enemigos, porque la gente quiere llegar al poder”, dice relajada.
En febrero de 2016 María Gloria presentó su renuncia como presidenta municipal al Congreso del estado.
El 15 de febrero, la Comisión Permanente para la Paz y el Diálogo realizó un plebiscito que después presentaron al Congreso para nombrar a un presidente municipal sustituto.
El Congreso reconoció el ejercicio y nombró alcalde a Óscar Gómez.
En agosto de 2016 el Tribunal Federal Electoral dio un revés a los habitantes de Oxchuc y falló a favor de un recurso interpuesto por María Gloria Sánchez, quien argumentó que renunció al poder por amenazas.
El Trife ordenó la reinstalación de María Gloria. En noviembre, Óscar Gómez fue desconocido por el gobierno del estado como autoridad y destinó nuevamente los recursos a María Gloria.
Sin embargo, Óscar no abandonó el palacio municipal.
“De las 115 comunidades tengo 97 más la cabecera municipal que son 22 barrios, así que le estoy calculando que tenemos 95 por ciento de la población de Oxchuc, 5 por ciento es la gente que tiene María Gloria, que la tiene armada, son los que amenazan y agreden a nuestra gente y los que fueron a agredir a las familias de Stenle’akil”, dice el alcalde depuesto.
El 28 de junio pasado, el Tribunal Electoral local ordenó al IEPC revisar el caso y estableció una serie de medidas para que en Oxchuc se realice una nueva consulta a los habitantes, y que en breve sean ellos los que establezcan bajo qué proceso electoral se conducirán en 2018. Puede ser por usos y costumbres y Oxchuc sacar a los partidos políticos en 2018.
Mientras eso ocurre, los desplazados siguen lejos de sus hogares. Con miradas de espanto, algunos, muestran fotos de sus hogares abandonados. Quieren volver pero están atemorizados, amenazados, y en riesgo por una minimonarquía…
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