'El plan fue buscar un futuro mejor en EU, pero es difícil cruzar': madre migrante

MONTERREY.- En su búsqueda por un mejor estilo de vida, madres de familia vendieron hasta sus casas para salir de sus países de origen acompañadas de sus pequeños hijos, una maleta con pocas pertenencias y la advertencia de las políticas migratorias que bloquean el sueño americano para millones de ciudadanos.

Fue el caso de Osiris España y Emilda Martínez, ambas originarias de Honduras, que ante la presencia militar en las fronteras con Estados Unidos, ahora desean quedarse en Monterrey e incorporarse a la vida laboral, una vez que legalicen su estancia.

"Mi plan siempre fue venirme de Honduras y buscar un futuro mejor en EU para mis niños, pero al ver la situación que es difícil cruzar México, yo pienso quedarme un poco aquí y ver cómo trabajo", dijo Emilda Martínez.

Emilda salió de Honduras en abril junto a sus dos hijos, de 8 y 10 años, y apenas este miércoles pisó tierras regiomontanas.

Contó que la situación de emergencia que se vive en Honduras golpeó fuertemente su economía, y más que una aventura, emprender el viaje fue la única decisión que podía tomar para buscar un empleo y alimentar a su familia. 

"A mi edad a mí ya no me dan trabajo, ya pasados los 30 cuesta encontrar un trabajo", señaló.

El paso de esta familia, que cuenta con visa humanitaria, fue por Chiapas, San Luis Potosí, Coahuila y muchas otras entidades mexicanas que jamás pensaron visitar y menos en condiciones adversas. 

Osiris España es otra madre de familia que abandonó Honduras y buscaba llegar a la frontera, pero por azares del destino llegó a Monterrey y dio a luz a la primera recién nacida en habitar la Casa INDI. 

"Sí, ella nació aquí. De aquí de Casa INDI me llevaron para el HU, pero ella nació aquí en Monterrey", contó. 

Además contó que el momento más difícil de su travesía fue el siguiente:

Ahora Monserrat es una bebita de cuatro meses que desconoce la situación adversa de su madre, quien también busca quedarse en Nuevo León. 

Ambas madres de familia se conocieron en las instalaciones de la Casa INDI, en Monterrey, en donde ahora compartirán el pan mientras buscan cambiar sus vidas.

dat