Prohibir fortificación de alimentos procesados tendrá costo de 250 mdd: expertos

MÉXICO.- La propuesta para prohibir la fortificación de alimentos procesados sujetos al etiquetado de advertencia que establece la NOM-051, generará un costo social superior a 250 millones de dólares en cinco años debido a que las personas tendrán que buscar en otros productos los micronutrientes que se ponen a los cereales de caja, yogur, leche y sus derivados, y productos de panificación, sumado a los daños a la salud por la carencia de éstos, advirtió el Consejo Latinoamericano de Información de Alimentos y Salud (Clias).

Este organismo explicó que las autoridades federales presentaron una propuesta de modificación al artículo 161, en el decreto de Reforma a Diversas Disposiciones del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios que textual dice:

"No se podrán adicionar nutrimentos a los alimentos no procesados o frescos, ni a los alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, que cumplan con los perfiles nutrimentales establecidos para el etiquetado frontal de advertencia que establezca la norma correspondiente, a excepción de aquellos que deban adicionarse de manera obligatoria".

Ante esta situación, indicó el consejo, los cereales y muchos otros productos procesados, elaborados a base de leche o panificados, no podrán ser fortificados porque tendrán que llevar el sello de leyenda de “Exceso de Calorías” estipulado en la NOM 051.

De acuerdo con Luis Fernando Hernández Lezama, integrante del Consejo directivo de Clias, este impacto se dará principalmente en productos fortificados como cereales o leche, mismos que están adicionados con vitaminas y minerales.

En entrevista con MILENIO Enrique Ríos Espinosa, doctor en Salud Pública y especialista en nutrición humana, explicó: “La fortificación se ha utilizado para disminuir la deficiencia de micronutrimentos desde hace 80 años y ha sido un gran vehículo para llegar a una gran cantidad de la población, para que ésta no tenga deficiencias de éstos. El que se prohíba no fortificar a estos alimentos como leches, cereales para desayuno u otros alimentos procesados, afectará a la población, que tendrá que buscar una gran variedad de alimentos naturales para poder obtenerlos".

Los especialistas expusieron que en promedio los fabricantes adicionan entre 10 y 20 por ciento de la cantidad de micronutrientes diaria requerida. En opinión de Ríos Espinosa si van a impedir que se fortifique a los alimentos con los nutrientes que normalmente lo acompañan, muchas personas no tendrán acceso a éstos, repercutiendo de forma importante en su salud.

"Hay algunos estudios que han visto cómo el bajar la fortificación a determinados productos tiene un costo económico enorme en la salud de la población, porque se profundizan las deficiencias de estos micronutrimentos y esto se traduce en mayores costos para el sistema".

Los especialistas coincidieron en que en ningún otro país se prohibió la fortificación y consideraron que en México el reglamento está yendo a otra parte, que es que independiente de lo que dice la norma, y afirmaron que no hay experiencias de cuál será el impacto en la salud después de esa decisión.

Los representantes del organismo referente de divulgación científica sobre temas de alimentos, bebidas, salud y nutrición en América Latina, enviaron una carta a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) para externar su preocupación por la iniciativa; indicaron que el organismo es el que tiene la facultad de solicitar a la Secretaría de Salud estos análisis de impacto en la población.

Un artículo de Clias relacionado con el tema, refiere que casi ningún alimento está constituido por un solo nutriente y, por otro lado, no hay ningún alimento que por sí mismo proporcione todos los nutrientes necesarios para una persona adulta.

La fortificación de alimentos es una de las medidas aplicadas para adicionar dosificadamente micronutrientes a alimentos procesados.

El objetivo, dice, es mejorar la salud de la población en general, sobre todo de aquellos sectores que carecen de ciertas vitaminas y minerales esenciales para la salud.

El consejo detalló que las Encuestas Nacionales de Nutrición y Salud de 2006 y 2012 revelaron que había una baja ingesta de micronutrientes en la alimentación mexicana, siendo un problema importante de salud pública.

Las principales deficiencias en niños de 1 a 12 años son: hierro, zinc, vitamina A, D y ácido fólico; y los adolescentes y adultos tienen una baja ingesta de minerales como el hierro, el zinc, el calcio y el magnesio.

cog 

MÉXICO.- La propuesta para prohibir la fortificación de alimentos procesados sujetos al etiquetado de advertencia que establece la NOM-051, generará un costo social superior a 250 millones de dólares en cinco años debido a que las personas tendrán que buscar en otros productos los micronutrientes que se ponen a los cereales de caja, yogur, leche y sus derivados, y productos de panificación, sumado a los daños a la salud por la carencia de éstos, advirtió el Consejo Latinoamericano de Información de Alimentos y Salud (Clias).

Este organismo explicó que las autoridades federales presentaron una propuesta de modificación al artículo 161, en el decreto de Reforma a Diversas Disposiciones del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios que textual dice:

"No se podrán adicionar nutrimentos a los alimentos no procesados o frescos, ni a los alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, que cumplan con los perfiles nutrimentales establecidos para el etiquetado frontal de advertencia que establezca la norma correspondiente, a excepción de aquellos que deban adicionarse de manera obligatoria".

Ante esta situación, indicó el consejo, los cereales y muchos otros productos procesados, elaborados a base de leche o panificados, no podrán ser fortificados porque tendrán que llevar el sello de leyenda de “Exceso de Calorías” estipulado en la NOM 051.

De acuerdo con Luis Fernando Hernández Lezama, integrante del Consejo directivo de Clias, este impacto se dará principalmente en productos fortificados como cereales o leche, mismos que están adicionados con vitaminas y minerales.

En entrevista con MILENIO Enrique Ríos Espinosa, doctor en Salud Pública y especialista en nutrición humana, explicó: “La fortificación se ha utilizado para disminuir la deficiencia de micronutrimentos desde hace 80 años y ha sido un gran vehículo para llegar a una gran cantidad de la población, para que ésta no tenga deficiencias de éstos. El que se prohíba no fortificar a estos alimentos como leches, cereales para desayuno u otros alimentos procesados, afectará a la población, que tendrá que buscar una gran variedad de alimentos naturales para poder obtenerlos".

Los especialistas expusieron que en promedio los fabricantes adicionan entre 10 y 20 por ciento de la cantidad de micronutrientes diaria requerida. En opinión de Ríos Espinosa si van a impedir que se fortifique a los alimentos con los nutrientes que normalmente lo acompañan, muchas personas no tendrán acceso a éstos, repercutiendo de forma importante en su salud.

"Hay algunos estudios que han visto cómo el bajar la fortificación a determinados productos tiene un costo económico enorme en la salud de la población, porque se profundizan las deficiencias de estos micronutrimentos y esto se traduce en mayores costos para el sistema".

Los especialistas coincidieron en que en ningún otro país se prohibió la fortificación y consideraron que en México el reglamento está yendo a otra parte, que es que independiente de lo que dice la norma, y afirmaron que no hay experiencias de cuál será el impacto en la salud después de esa decisión.

Los representantes del organismo referente de divulgación científica sobre temas de alimentos, bebidas, salud y nutrición en América Latina, enviaron una carta a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) para externar su preocupación por la iniciativa; indicaron que el organismo es el que tiene la facultad de solicitar a la Secretaría de Salud estos análisis de impacto en la población.

Un artículo de Clias relacionado con el tema, refiere que casi ningún alimento está constituido por un solo nutriente y, por otro lado, no hay ningún alimento que por sí mismo proporcione todos los nutrientes necesarios para una persona adulta.

La fortificación de alimentos es una de las medidas aplicadas para adicionar dosificadamente micronutrientes a alimentos procesados.

El objetivo, dice, es mejorar la salud de la población en general, sobre todo de aquellos sectores que carecen de ciertas vitaminas y minerales esenciales para la salud.

El consejo detalló que las Encuestas Nacionales de Nutrición y Salud de 2006 y 2012 revelaron que había una baja ingesta de micronutrientes en la alimentación mexicana, siendo un problema importante de salud pública.

Las principales deficiencias en niños de 1 a 12 años son: hierro, zinc, vitamina A, D y ácido fólico; y los adolescentes y adultos tienen una baja ingesta de minerales como el hierro, el zinc, el calcio y el magnesio.

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