Reclusorio Femenil de Jalisco con necesidades de higiene menstrual aún por cubrir  

A pesar de que las internas del Reclusorio Femenil de Jalisco se ven beneficiadas con productos higiénicos como toallas femeninas desde hace un par de años, externaron que hay otras necesidades a cubrir para tener una menstruación digna. 

Sindy Paola lleva nueve años en el Reclusorio Femenil, entró al cumplir la mayoría de edad. Para ella su periodo fue de las situaciones más complicadas de sobrellevar por el tabú que aún existe sobre el tema y por los cambios hormonales de su ciclo menstrual. 

"Los cambios drásticos de humor, si de por si te sientes mal por estar en la cárcel, llega tu periodo y te sientes peo", aseguró.

A pesar de que les proporcionan toallas femeninas, no se les otorga medicamento o los instrumentos para mitigar los cólicos, lo que las orilla a buscar sus propias herramientas; algunas planchan ropa para lograr calentarla y usarla como compresa caliente en sus vientres. 

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Además de que muchas de las personas que menstrúan son alérgicas a ciertos artículos o tienen otro tipo de necesidades, no se les brindan alternativas que dignifique su periodo menstrual. 

Al menos el 50% de las internas no cuentan con visitas de familiares que les provean de los productos que requieren o el medicamento, por lo que sus opciones son escasas. A partir de la emergencia sanitaria por el covid-19, este porcentaje aumentó por la restricción de visitas. 

"Se da el apoyo y si no te cae, tienes que adaptarte a lo que hay", puntualizó.

En cuanto a la educación menstrual, destacó la importancia de que sea impartida no sólo a ellas, si no también para los trabajadores del Penal, ya que nota falta de empatía.

"Cuando es un hombre, piensan que son pretextos que ya no queremos ir a trabajar, ¡qué sé yo!, pero siendo una mujer no hay problema". 

La iniciativa de ley presentada el pasado 11 de marzo ante el Congreso del Estado, no sólo busca dar acceso gratuito a los artículos que requieren las mujeres y adolescentes que menstrúan para tener una salud digna, sino también educar y visibilizar estas necesidades que son parte de los derechos humanos, dignidad, acceso a la justicia y salud pública.