Seguirán siendo chiquitos

Nos guste o no nos guste, los Tigres de la UANL son uno de los equipos que más da de que hablar en los últimos años. Su época ganadora, su goleador, su portero, su técnico o sus fracasos están siempre en la boca de muchos, al menos, acá en el norte.

Durante la última semana fueron sus propios jugadores, Nahuel Guzmán y Guido Pizarro, para ser específicos, los que por sus palabras evidenciaron nuevamente los motivos por los que este equipo está lejos de ser un grande de México.

Un título internacional convierte de inmediato al equipo ganador en representante de un país. Eso es inevitable. Pero haciendo uso de la pequeñez que caracteriza a este equipo, los Tigres rechazaron este honor y decidieron no cargar con la responsabilidad de un país entero.

No fue hasta el mensaje emitido por los patrones que de manera hipócrita se colgaron la bandera de México y anunciaron con bombos y platillos ser los representantes del país.

Innecesario el decirlo e innecesario corregirlo. Al fin y al cabo, no será el último representante y evidentemente no es el primero, pues tardó mucho en llegar a esta instancia. Pero es normal. Después de tanto tiempo haciendo el ridículo quedándose en el camino, era normal que cuando ocurriera lo contrario nadarían en su soberbia.

Pero bueno, ojalá, por La LigaMx, que los Tigres cumplan con un buen papel ante el Palmeiras y posteriormente logren algo digno frente al mejor equipo del mundo.

Sin embargo, pase lo que pase, me quedan claro dos cosas. Una: estos Tigres no me representan y pocas personas ajenas a Nuevo León se sentirán representados por ellos. Y dos: podrán avanzar a la final, e incluso podrán lograr una utópica victoria contra el Bayern, pero pase lo que pase, los Tigres seguirán siendo chiquitos.

Twitter: @cesarzarate_