¿Y después del eclipse... qué?

Aprovechemos la energía cósmica que dejó a su paso el Eclipse Solar para transformar y mejorar nuestra vida y las relaciones que tenemos con la pareja, familia, laboral y de negocios. Empezando por liberar todo aquello que estanca, detiene, y corrompe nuestro interior, avanzar en la ruta del perdón y la aceptación de la grandeza Divina en la vida de todos es el principio de una renovación total. 

RITUALES DEL PERDÓN Y LA ACEPTACION DIVINA

Para realizarlo, enciende  la Veladora violeta. Emplea para bañarte el Jabón del Perdón que contiene pétalos de rosa y cuarzos sin quitar la bolsa que los contiene. 

Para limpiar tu entorno de energía negativa o estancada, emplea las hojas de laurel del Saquito de la abundancia quemando por cada habitación una hoja sobre un cenicero.

Escribe en tiras de papel todo aquello que quieras sacar de tu vida para ser feliz y deposítalas en la bolsa violeta durante 7 días, luego quémalo.

Repite el siguiente decreto en voz alta, de pie frente a un espejo, viéndote a los ojos y hablando con firmeza (1 vez al día durante 7 días con la vela encendida y se deja consumir el último día).

Con el poder que Dios le otorga a toda la humanidad decreto que el Perdón, la Misericordia y la Compasión, transmuten todo daño real o imaginario a toda persona, lugar, condición o cosa que pueda haberme hecho daño a mi persona, mi pareja y mi familia de cualquier manera, en cualquier momento, por cualquier razón, a partir de este momento libero en nombre del Amor todas las deudas de energía negativa que nos ataron.

Invoco la Ley Suprema del Perdón por mí mismo y por toda la humanidad, recibo a cambio el regalo de paz inmediata que sana mi alma, mi espíritu, mi mente y mi cuerpo. Armonizando inmediatamente mi lugar de trabajo. 

Me libero de los pensamientos negativos y limitantes del pasado. No son míos, no me corresponden. Porque yo ahora reconozco y declaro que merezco todo lo bueno de la vida. Soy un buen ser humano. Y me abro humilde y amorosamente a todas las bendiciones que tú ya me has dado.  

Señor entrego a tu poder divino, todos mis odios, agravios, resentimientos y celos, para que sean trasmutados en amor. Que sólo lo bueno me acompañe siempre.

Bendigo y acepto el Amor y a través, de el yo me libero de todos los pensamientos de duda y temor que me mantenían atado e impedían mi felicidad y prosperidad presente.

Yo bendigo, suelto y dejo ir de mi mente el pasado. Libero los sentimientos de culpa, ira y crítica para que ellos sean transformados en tu infinito amor. Con humildad decreto que siempre tenga a mi lado a alguien que me ame y a quien amar. Bendiciendo, perdonando y dejando ir las carencias, el abandono y el dolor.

Mi mente ahora está abierta y receptiva a la abundancia y la prosperidad divina como es mi derecho. Acepto que siempre Dios me guíe en lo que tenga que hacer, decir y decidir para que todo mi mundo se armonice cerrando ciclos de inarmonía.

Bendigo y acepto la abundancia en mi vida, mi hogar, mi trabajo y/o mi negocio.

¡Merezco el amor! ¡Merezco la salud! ¡Merezco! la abundancia y la prosperidad ¡Merezco un excelente empleo! ¡Merezco buenas relaciones! ¡Merezco el reconocimiento por mi trabajo ¡Merezco que se cumplan los anhelos de mi corazón! ¡Merezco que se materialicen los sueños justos de mi corazón! Porque son mi herencia por derecho divino.

No hay nada erróneo en mí. Soy una creación de la divinidad. ¡Merezco todo lo bueno que hay en la vida! Y sé que es verdad. Gracias Dios por darme la conciencia del merecimiento. Ahora reconozco que merezco todo lo bueno que sucede en mi vida y aun mucho más.               

Gracias Padre porque ya lo has otorgado.