“No tenemos nada ni a dónde ir”: los estragos de las lluvias en Acolman
La bomba con la que inicialmente intentaron sacar el agua dejó de funcionar y las cubetas no se dan abasto para la ardua tarea. A dos días de la inundación, Doña Francisca y su familia tienen que dormir en unos cuartos que les prestaron sus vecinos.
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ESTADO DE MÉXICO. - Doña Francisca Bernal, habitante de Acolman, Estado de México, lo perdió todo. Casi un metro es lo que subió el agua dentro de su casa, en la que había vivido tranquilamente desde hace 22 años. Su hogar es uno de los miles que se vieron afectados por las intensas lluvias del martes 7 de septiembre y la incapacidad de los drenajes municipales.
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La bomba con la que inicialmente intentaron sacar el agua dejó de funcionar y las cubetas no se dan abasto para la ardua tarea. A dos días de la inundación, Doña Francisca y su familia tienen que dormir en unos cuartos que les prestaron sus vecinos.
Su impotencia es visible, sobre todo porque tampoco cuenta con los recursos económicos suficientes para pagar los 3 mil o 4 mil pesos que están cobrando los conductores de los camiones vactor para desazolvar su vivienda.
A la urgencia de salvar los muebles de la familia se suma el riesgo de contraer alguna infección en la piel o malestar médico, pues la inundación provocó que la fosa séptica de la vivienda se desbordara.
Muebles flotantes
En la misma situación se encuentra Miguel Torres, cuyos muebles flotan al interior de su vivienda; incluído el refrigerador de 12 mil pesos que compró a crédito hace un par de meses y tendrá que terminar de pagar aunque ya no funcione.
Con unas cuantas cubetas Miguel y su familia han intentado sacar el agua, pero no avanzan. Él calcula que ni con 15 días de “echarle muchas ganas” terminarían de hacerlo.
AM3 / MCM
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