Mujer embarazada y atrapada en Acapulco trata de comunicarse con su esposo preso en Jalisco
La mujer entre lágrimas dijo que está desesperada por la nula señal en Acapulco.
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Vecinos intentan encontrar señal de celular tras paso del huracán Otis en Acapulco / AFP
Andrea Fernández, con ocho meses de embarazo, busca desesperadamente la forma de comunicarse con su esposo, quien está encarcelado en Jalisco, sólo para decirle que se encuentra bien tras el paso del huracán Otis, que devastó Acapulco, Guerrero, que dejó al menos 27 muertos.
“No hay red. Tiene tres días que no me he podido comunicar (…) Estoy desesperada”, dijo la mujer entre lágrimas, oculta en un puente de Acapulco, en donde 20 personas levantan sus celulares o los direccionan en diferentes ángulos con la esperanza conseguir una llamada repentina o enviar un mensaje.
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Desde la madrugada del 25 de octubre, cuando llegó el ciclón categoría 5, la máxima de la escala Saffir-Simpson, la electricidad y las telecomunicaciones están colapsadas en esta urbe costera de cerca de 780 mil habitantes.
En algunos momentos, los celulares captan señal en algunas partes del puerto, aunque suele ser inestable.
Son muchos los que buscan contactar a sus familias tan sólo para notificarles que se encuentran bien. Apenas logra la ansiada llamada, una mujer transmite rápidamente las novedades: “¡No hay forma de salir de aquí! Cuando pueda te vuelvo a hablar. Todo se perdió. Está horrible”.
En ocasiones, quienes no consiguen comunicarse se sientan resignados en el suelo para intentarlo de nuevo más tarde, procurando preservar la vida de las baterías de sus celulares.
Desde el puente donde Andrea trata de comunicarse con su esposo, se puede ver el hotel Princess y un campo de golf totalmente destruidos.
Al otro lado, decenas de personas todavía se llevaban víveres y electrodomésticos de un supermercado ante la mirada impasible de militares. Otros, por su parte, se acercaban a una planta de luz para cargar sus celulares.
Andrea mencionó que un vecino de su barrio salió caminando hasta la ciudad de Chilpancingo, que se encuentra a unos 100 kilómetros, llevando recados de varios pobladores que querían contactar a sus familias.
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Pero Andrea todavía no ha podido comunicarse con su esposo preso en una cárcel de Jalisco, no obstante, tampoco ha perdido la esperanza.
Más personas intentan comunicarse
Yesenia Peñaloza también recorre el puente tratando de llamar a su hermana, que vive en Michoacán, para comunicarle que ella y sus padres están a salvo tras el paso del huracán.
La mujer, de 21 años, indicó que a pesar de que Otis pasó de ser tormenta tropical a convertirse en huracán catastrófico en unas pocas horas, un fenómeno inédito, su familia pudo abastecerse, aunque por momentos le preocupa la falta de alimentos a corto plazo.
Francisco Pérez, de 50 años, busca desesperado hablar con su madre, también vecina de Acapulco. Acusa a las autoridades de falta de respuesta ante el impacto del huracán.
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