Lavado de manos y evitar contacto cercano; recomendaciones contra la viruela del mono
Esta enfermedad puede propagarse si se tiene contacto con una persona, primate, roedor u objetos infectados con el virus y tiene un periodo de incubación de seis a 13 días.
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Lavado de manos de manera frecuente, una de las recomendaciones contra la viruela del mono. / Cortesía.
La Secretaría de Salud (Ssa) emitió algunas recomendaciones a la población tras detectarse en México el primer caso importado de viruela del mono en un hombre de 50 años.
Dicha enfermedad puede propagarse si se tiene contacto con una persona, primate, roedor u objetos infectados con el virus por medio de la piel lesionada, vías respiratorias, ojos, nariz, boca y tiene un periodo de incubación de seis a 13 días.
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¿Cómo cuidarte contra la viruela del mono?
Debido a los casos de viruela símica detectada en países de América como Canadá, Estados Unidos y Argentina, se sugiere tomar las siguientes recomendaciones:
- Lavado frecuente de manos, con agua y jabón o solución alcohol gel cuando se esté físicamente cerca de una persona enferma. Usar cubrebocas, especialmente si se está tosiendo o se tienen lesiones en la boca.
- Lavar con detergente y agua tibia la ropa, toallas, utensilios para comer y sábanas que hayan estado en contacto con la persona enferma.
- Limpiar y desinfectar los espacios en los que se haya encontrado una persona enferma y evitar el contacto cercano, sobre todo con las lesiones.
- Si se deben tocar, utilizar guantes y desechar de forma correcta.
- En caso de presentar síntomas, acudir a atención médica y no acercarse a otras personas.
- No se recomiendan las restricciones a viajes ni al comercio desde o hacia países donde se hayan identificado casos.
Síntomas de la viruela del mono
La viruela del mono se desarrolla en los primeros cinco días de exposición y se resuelve, espontáneamente, entre dos y cuatro semanas después de iniciar los síntomas.
La primera fase se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza intenso, de la espalda baja y muscular, así como ganglios inflamados y fatiga intensa.
En la segunda fase aparecen pequeñas ampollas que generalmente empiezan en la cara y, posteriormente, se extiende al resto del cuerpo.
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