Cada año mueren atropellados 90 repartidores de Uber, Rappi y Didi
Más de 17 mil se han accidentado en sus bicis y motos durante los últimos seis años, casi la mitad en la Ciudad de México, documenta ‘Ni un repartidor menos’, organización civil.
Armando Francisco García Santiago tenía 24 años y trabajaba como repartidor en la aplicación de delivery Rappi. Desapareció el 7 de diciembre del 2024, cuando llevaba un pedido a un domicilio particular.
Sus compañeros de la organización civil Ni Un Repartidor Menos difundieron en múltiples redes sociales el caso, pero un par de días después se enteraron de la tragedia: Armando fue atropellado y estaba en estado vegetativo en el Hospital General Balbuena de la Ciudad de México.
El culpable del choque fue detenido. Sin embargo, fue liberado tiempo después. A los integrantes de Ni Un Repartidor Menos —-organización civil que denuncia y da seguimiento a los casos de accidentes con repartidores involucrado—- no los sorprendió.
Es común que los responsables de incidentes con repartidores de empresas como Uber, Rappi o Didi, salgan en libertad bajo el argumento de que no existen pruebas en su contra.
Los repartidores organizados que documentan las muertes (con ayuda de los grupos del gremio en WhatsApp) registraron que entre el año 2020 y el 16 de diciembre del 2024, 453 repartidores fallecieron alrededor de todo el país. La causa de la muerte: atropellados mientras hacían su trabajo.
Esto significa que cada año mueren 90 repartidores de aplicaciones de delivery en México. Ni Un Repartidor Menos afirma que sólo en tres casos se ha iniciado un proceso contra el responsable de la muerte.
“Nosotros nos cuidamos mucho porque sabemos que es muy peligroso andar de un lado a otro en bicicleta o motocicleta y, pese a ello, nunca falta el clásico: ‘los repartidores son responsables de sus muertes porque fueron imprudentes’. Pero nada amerita que nos avienten los carros”, señala Saúl Gómez, vocero de Repartidores Unidos de México y fundador de Ni Un Repartidor Menos.
“Hay una falta muy severa de justicia y de aplicación de las leyes en temas de vialidad. A pesar de que los automovilistas atropellan, a veces deliberadamente, no hay seguimiento y quedan libres”, agrega, en tono furioso.
Christian Martínez y Diego Vázquez, litigantes del despacho Martínez y Martínez Abogados, advierten que el riesgo es que el culpable pueda huir de la escena sin hacerse responsable del percance o los daños ocasionados.
Justicia para los repartidores, un pendiente en México
La Cámara de Diputados y el Senado aprobaron recientemente un dictamen que reforma la Ley Federal del Trabajo (LFT) para establecer un régimen laboral con prestaciones para los casi 650 mil repartidores de plataformas digitales como Uber, Didi y Rappi.
Seguridad social, derecho a la vivienda, aguinaldo, vacaciones y relación laboral definida son algunos de los derechos obtenidos a través de la modificación de la ley. No obstante, uno de los grandes pendientes para los repartidores es el acceso a la justicia para los compañeros muertos o heridos.
Lamentan que, en la mayoría de casos, el apoyo de las fiscalías a las víctimas es nulo.
“Si no tienes la suerte de que haya una grabación del accidente, estás frito”, dicen los especialistas en derecho.
Ni Un Repartidor Menos, una organización entre trabajadores de delivery
La organización Ni Un Repartidor Menos surgió en noviembre de 2018, tras la muerte de José Manuel Matías Flores, repartidor de Uber Eats de 22 años, quien fue atropellado por un tráiler a la altura de avenida San Antonio y Periférico, en la Ciudad de México.
“Mueren 90 repartidores al año, más los que no traen mochila para identificarlos”, refiere Saúl Gómez.
Cada nuevo caso documentado duele igual que el primero para el fundador de la organización.
Saúl recuerda que, hace unos años, un repartidor llamado Miguel Albarrán falleció tras ser arrollado entre avenida Universidad y Río Churubusco. El automovilista, quien estaba ebrio, dijo a la familia: “Con el dinero que tengo, puedo atropellar a tu hijo otra vez y a todos los repartidores que yo quiera”.
Gómez también rememora algunos de los casos en los que se logró detener a los culpables de muertes. Lamenta que no sean todos.
Uno es reciente: el repartidor Daniel Tadeo murió atropellado por una conductora que invadió el carril contrario en una calle de la acaudalada zona de Santa Fe, al poniente de la Ciudad de México. Para exigir justicia, la familia cortó la circulación de la avenida Río de la Loza, al lado de las oficinas del búnker de la fiscalía capitalina.
La culpable fue detenida, pero un juez determinó que ella podía llevar su proceso en libertad.
Otro caso es el de un repartidor de Uber Eats, atropellado en la alcaldía Venustiano Carranza hace año y medio, según reportes de la asociación civil. La mamá buscó por su propia iniciativa las cámaras de los negocios circundantes para dar con el conductor implicado. Ella, con ayuda de un bufete jurídico de abogados, brindó las pistas para que el culpable fuera recluido en prisión.
En 2021, otro repartidor, Gerardo Durán, fue atropellado en la alcaldía Gustavo A. Madero por un automovilista en estado de ebriedad. Sus compañeros de trabajo se movilizaron para reclamar justicia para Gerardo, quien acababa de convertirse en papá un mes antes del incidente.
El responsable fue detenido y se llegó a un acuerdo económico para la familia.
El peligroso oficio de repartidor:
— #NiUnRepartidorMenos (@repartidorr) January 9, 2025
Cada año mueren atropellados 90 repartidores de Uber, Rappi y Didi
Ya existe la Ley General de Seguridad Vial a la cual la #CDMX no se quiere sumar.
Aquí todo aquel que es atropellado por un carro debe demostrar que el fue la víctima, los… pic.twitter.com/fm86Crya0N
Martínez y Martínez Abogados representó un caso legal: una ciclista arrollada, en 2017, por una revolvedora de Cemex, la cementera más grande de México, empresa que insistió en que ella había tenido la culpa del incidente. Posteriormente, la familia de la víctima consiguió el metraje de las cámaras y reclamó una indemnización que, pese a la negativa de Cemex, al final se logró.
“Pero en muchísimos casos no existe el video. Las aseguradoras ya tienen relación con los ministerios públicos e indemnizan [en un monto] mucho menor”, lamentan los abogados del despacho.
En la mayoría, quienes atropellaron se fugan y nadie apoya a las familias para obtener los videos correspondientes para judicializar el caso.
“Las familias luchan solas, y sucede mucho que no hay un seguro, cuando existe la obligación de contar con una póliza de responsabilidad civil”, indican.
Los incidentes viales están entre las primeras cinco causas de muerte de personas menores de 50 años en México. Los repartidores están más expuestos porque andan en promedio 10 horas al día montados en bicicletas o motonetas.
Finalmente, Saúl Gómez comenta que, en 2022, las compañías de delivery y los repartidores firmaron un acuerdo de seguridad vial y procuración de justicia. En este momento existe un protocolo de seguridad, Sin embargo, todavía los repartidores no son considerados empleados ––pues aún no entra en vigencia la reforma aprobada—.
Las plataformas como Didi, Uber y Rappi proveen seguros privados que protegen a los repartidores desde el momento en que cae el pedido y hasta 30 minutos después de terminarlo.
Son protegidos por daños a terceros y se les otorga atención médica en caso de accidentes y una compensación por muerte en el reparto.
“No ha sido suficiente. Hasta las empresas lo saben. Siempre hay que redoblar esfuerzos”, sentencia Gómez.
Los asaltos también son un problema para los repartidores
Ni Un Repartidor Menos ha documentado 47 fallecidos a nivel nacional por asalto en los seis años pasados. Ocho ocurrieron en la Ciudad de México y cinco de ellos, reportados la Unidad Fuerte de Loreto, ubicada en la alcaldía Iztapalapa.
“Se debe de crear una ley especial, que existe en países como España, que regule la responsabilidad civil derivada de accidentes en la Ciudad de México, con motivo del tránsito de vehículos, y que diga que cada que haya un accidente entre gente que va en coche, moto o bici, se va a presumir que la culpa la tuvo el coche, pues es el que tiene que tener más precaución”, enfatizan los abogados del despacho Martínez y Martínez.
Recuerdan que, hoy, son las víctimas quienes deben de demostrar la responsabilidad del automovilista pero, sin testigos o videos, no hay posibilidad de reclamar. Consideran que se requiere de un cambio de paradigma para llegar a una posible indemnización.
Asimismo, deben de existir juzgados especializados en el tema para que la indemnización que se pueda lograr sea rápida y, lo más importante, que exista un seguro obligatorio que ampare con una cantidad mínima de un millón de pesos. Hoy, la ley obliga a ese seguro que cubra daños personales, pero no marca un mínimo.
“No hay ningún tipo de compensación para las víctimas. Es una locura. Si un automovilista mata a una persona que no tiene bienes y la indemnización es sin un mínimo, las familias quedan completamente desamparadas. Si el seguro de mínimo un millón de pesos se vuelve obligatorio, el precio bajaría”, concluyen los abogados.
EB
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