Para tener la boca grande, hay que tener la boca chiquita

Marko Cortés está siendo peligrosamente arriesgado al convocar a Vicente Fox para que encabece una campaña de choque en contra del Presidente López Obrador. 

Hay un spot que circula en la televisión nacional en el que Fox Quesada habla de lo bien que nos fue a los mexicanos durante su gestión, presume que fue en su gobierno donde los adultos mayores recibieron recursos procedentes del programa 70 y más, también alardea de la creación del IFAI y del ahora extinto Seguro Popular, algunos de los oprobios que hoy El Presidente carga a cuestas.

Lo que los líderes cupulares ignoran es que para tener la boca grande, hay que tener la cola de este tamaño y Fox Quesada no es precisamente una efigie de pulcritud gubernamental y sanidad moral. 

Fue en el sexenio de Vicente Fox cuando el crimen organizado penetró de forma avasalladora el entramado social, ese descuido generó las bases para que las células delictivas infiltraran nuestras sociedades, ciertamente en su sexenio la violencia no era un problema, pero justamente en su gobierno los cárteles de la droga comenzaron a poner "las zapatas" para construir encima el emporio de violencia que años después experimentaríamos. 

En el promocional, el PAN alardea de la creación del Instituto Federal de Acceso a la Información, el IFAI, que por cierto no operó de forma adecuada con los Bribiesca y Martha Sahagún, tampoco su IFAI investigó cómo hizo para concretar el fastuoso Centro Fox ubicado en Guanajuato. 

El ex Presidente también criticó que los programas sociales, en la actual administración son utilizados con fines políticos ¿No ha sido siempre así en la historia de este país con todos los partidos políticos? De ahí constituyen, todos, el clientelismo político.

Ciertamente Andrés Manuel tiene varios puntos ciegos, claroscuros, relaciones peligrosas, actuaciones en algunas ocasiones irresponsables y en otras rapaces, pero señaladas por un personaje "centavero" y clasista como Fox Quesada resultan inválidas e hilarantes.

Otra vez, el Frente Amplio por México debe ser muy cauto en la construcción de su ofensiva, primero porque tienen de frente a un animal feroz y muy territorial como lo es la Cuarta Transformación y luego porque cualquier tipo de equivocación, como la que le presento, podría derivar en una rotunda derrota electoral del 2024.

angel.carrillo@multimedios.com