Joven de 19 años muere en centro de rehabilitación de Chiapas; padre señala a encargados
El padre de Carlos Manuel sostiene que notó comportamientos extraños de las personas que se dedicaban a cuidar a su hijo.
Carlos Manuel Betancourt Guzmán, de 19 años de edad, perdió la vida presuntamente al interior de un Centro de Rehabilitación para las Adicciones ubicado en el municipio de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Hoy el padre del joven Carlos Manuel Betancourt, expresó que buscará que se haga justicia y que este tipo de lugares sean regulados por las autoridades.
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Carlos Manuel Betancourt Guzmán fue internado en el anexo “Fraternidad de Ayuda Mutua Primer Paso”, en la colonia Linda Vista.
Su familia pagaba 400 pesos a la semana como cuota por su estancia en ese lugar, sin recibos, sin mayores explicaciones, y sin visitas hasta después de un mes.
“Tenemos la necesidad de un apoyo de estos centros, buscamos el apoyo, ahí dicen que hay psicólogos, te cobran psicólogos, te cobran el traslado, te cobran el médico y esas cosas” comentó don Carlos.
Luego de cumplir el mes de internamiento, el joven Carlos Manuel tuvo por fin la oportunidad de ver a su padre. Con vigilancia por parte de los mismos encargados del anexo, quienes escuchaban atentos a cada palabra de la conversación, poniendo especial atención en alguna queja que el mismo anexado pudiera dar con la familia, lo que sostienen, conllevaría a un severo castigo una vez se hayan retirado las visitas.
“Ellos no pueden hablar libremente porque has de cuenta te tienen vigilado, así es como funciona ahí, no pueden expresar, nada más con señitas, solo de esa manera se pueden expresar”, comentó Don Carlos, padre de Carlos Manuel.
El padre del joven fallecido comentó que vio a su hijo bien el día de su visita, sin embargo sentía que algo andaba mal, pues los encargados del anexo lo veían de forma extraña. Dos días después, el 22 de agosto, Carlos Betancourt padre, recibió la llamada donde se le informaría que su hijo estaba mal.
Al llegar al anexo vio a su hijo pálido, sentado en una silla y sin vida. Flanqueado y vigilado aún por los encargados del anexo, como si tuvieran que vigilarlo aun estando ya fallecido.
De inmediato, el hombre llevó el cuerpo de su hijo a una clínica particular, donde los médicos le informaron que el joven tenía varias horas de haber perdido la vida.
La familia del joven Carlos Manuel, no tuvo acceso al resultado de la necropsia de ley, y a don Carlos las mismas autoridades le insistían en firmar documentos donde certificaba que evitaría realizar cualquier acción penal en contra del anexo.
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“Las autoridades prácticamente donde se está realizando el trámite, le quieren dar ya el carpetazo. El informe policiaco no está a mi entera satisfacción y que se pueda finalizar de esta manera. La última vez que fui querían que yo firmara un documento donde dice que no voy a ejercer la acción penal y les dije que no es así”, comentó don Carlos.
Don Carlos con mucho pesar relata que en el mismo sepelio de su hijo estuvieron presentes los encargados del anexo, quienes incluso le dieron las condolencias.
“Cuando estábamos velando a mi muchacho ahí estuvieron sentados y me dijeron: Don Carlos, lo que usted necesite, lo siento mucho, no recuerdo qué me dijo, pero así nada más, y hasta hoy no me han llamado”, expresó don Carlos.
El padre busca evitar que las autoridades le den carpetazo al caso de su hijo, pero sobre todo para luchar porque jamás vuelva a repetirse una muerte en un lugar como lo esperaba de un Centro de Rehabilitación de Adicciones.
CMOG
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