Aseguran 28 mil litros de combustible robado en Cadereyta
También fueron aseguradas diversas herramientas, y una manguera de más de 350 metros de largo, conectada a la toma clandestina.
Luego de que el pasado fin de semana detectaron una toma clandestina de hidrocarburo en Cadereyta, agentes federales ubicaron y catearon una bodega donde los delincuentes almacenaban el combustible robado.
Dentro del inmueble, localizado a 300 metros del sitio de la "ordeña", las autoridades encontraron 28 mil litros de hidrocarburo, el cual estaba almacenado en cuatro bidones y un tanque tipo tolva.
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También fueron aseguradas diversas herramientas, y una manguera de más de 350 metros de largo, conectada a la toma clandestina.
La Fiscalía General de la República continúa con la carpeta de investigación para identificar a los responsables del ilícito, pues hasta ahora no ha habido personas detenidas.
¿Qué es el huachicoleo y qué implica?
El término "huachicoleo" se utiliza en México para referirse al robo, contrabando y comercio ilegal de combustible, principalmente de gasolina y diésel. Esta actividad ilícita implica la extracción ilegal de hidrocarburos de los ductos de las empresas petroleras, como Pemex (Petróleos Mexicanos), para su posterior venta en el mercado negro.
Las personas que participan en el huachicoleo, conocidos como "huachicoleros", suelen perforar los oleoductos y conductos de transporte de combustible para extraer ilegalmente el producto. Posteriormente, comercializan el combustible robado a precios más bajos que los ofrecidos por las estaciones de servicio legales. Este fenómeno se ha convertido en un problema importante en México, con consecuencias económicas, ambientales y de seguridad.
Las implicaciones del huachicoleo son diversas y afectan a diferentes sectores de la sociedad:
Pérdidas económicas: El robo de combustible ocasiona pérdidas significativas para las empresas petroleras y, por ende, para la economía del país. También reduce los ingresos fiscales que el gobierno podría utilizar para financiar servicios públicos.
Riesgos ambientales: Las perforaciones ilegales en los ductos pueden causar derrames de combustible, lo que no solo representa un peligro para la salud humana, sino también para el medio ambiente, afectando suelos, ríos y fauna.
Seguridad: El huachicoleo a menudo está asociado con la violencia y la delincuencia organizada. Los enfrentamientos entre bandas rivales y con las fuerzas de seguridad son comunes en las áreas donde ocurre el robo de combustible.
Inseguridad energética: El robo de combustible puede afectar el suministro de energía y causar interrupciones en el servicio, lo que afecta a la población y a las industrias.
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