Verifica que tú y los demás ocupantes estén a salvo.
Enciende las luces de emergencia y, si es posible, mueve los vehículos fuera del flujo de tráfico para evitar más colisiones.
Llama a la policía y a servicios de emergencia:
Llama al número de emergencia local para informar sobre el accidente. Proporciona detalles precisos sobre la ubicación y la gravedad de la situación.
Si hay heridos, solicita asistencia médica.
Proporciona la información necesaria:
Intercambia información con otras partes involucradas, como nombres, números de teléfono, direcciones, números de seguro y detalles del vehículo.
No admitas culpa ni discutas sobre la responsabilidad en el lugar del accidente. Esto se determinará más adelante, posiblemente por la policía o las compañías de seguros.
Documenta la escena del accidente:
Toma fotografías de los daños a los vehículos, la escena del accidente y cualquier señal de tráfico relevante.
Anota las condiciones climáticas y cualquier otro detalle relevante.
Obtén información de testigos:
Si hay testigos del accidente, pídeles sus nombres y números de teléfono. Sus testimonios pueden ser valiosos más adelante.
Completa un informe policial:
Si la policía llega a la escena, coopera con ellos y proporciona la información necesaria. Obtén una copia del informe policial o el número del informe.
Notifica a tu compañía de seguros:
Informa a tu compañía de seguros sobre el accidente tan pronto como sea posible. Proporciona detalles precisos y sigue sus instrucciones.
Busca atención médica:
Aunque no sientas lesiones graves inmediatamente, es aconsejable buscar atención médica para evaluar posibles lesiones internas o retardadas.
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