¿Recuerdas a Lina Marulanda de ‘Yo soy Betty, la fea’? Esta es su trágica historia, la actriz se quitó la vida tras el éxito obtenido
La joven colombiana tuvo un doloroso final hace diez años, durante su participación en la telenovela formó parte del grupo que pretendía enamorar a Don Armando.
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Lina Marulanda era una de las atractivas modelos que pretendían enamorar a Don Armando en la telenovela ‘Yo soy Betty, la fea’, producción protagonizada por Jorge Enrique Abello y Ana María Orozco.
Durante su participación en el reconocido programa, Lina, de tan solo 19 años en ese entonces, ganó una exposición masiva, lo que fue un importante paso en su prometedora cerrara, la cual se vio trágicamente truncada por su inesperada muerte hace diez años.
Según Milenio, a los 12 años, Lina había comenzado a trabajar como modelo publicitaria, enlistando trabajos con importantes marcas de ropa, alimentos, accesorios, librerías y marcas de belleza. Además tuvo apariciones en revistas como Soho, Don Juan, Cromos y G.
El siguiente paso en su carrera fue el mundo de las telenovelas, además de ser conductora en programas de televisión colombiana.
Todo parecía indicar que seguiría ese rumbo, sin embargo decidió un giro a su vida y enfocarse en sus negocios personales. Fue así como le apostó, sin éxito, a abrir, junto a dos socios, una sucursal de una importante joyería colombiana. Posteriormente, un negocio de accesorios y productos para mujer llamado “Miscelina”.
Desde muy joven, Lina contrajo matrimonio con Luis Felipe Chacó, un matrimonio que duró apenas tres años.
Tras esa ruptura, se reencontró con el empresario Carlos Cañete, su amor de adolescencia, se habían conocido cuando ella tenía 13 y él 17 años. En este reencuentro decidieron vivir una nueva historia de amor.
Lina y Carlos se casaron demasiado pronto, desafortunadamente, a los cuatro meses ya se encontraban separados.
Se ha mencionado que la ruptura fue muy inesperada para ella, lo cual le generó una gran inestabilidad.
En el 2010, Lina se encontraba atravesando una profunda depresión. Personas cercanas a ella comentaron que se trataba del shock que le implicó el duro proceso de divorcio que enfrentada, aunado a problemas económicos por la mala situación de sus negocios.
Además, padecía trastornos de alimentación. Testimonios de sus allegados revelaron que había dejado de comer y que por las críticas por su excesiva delgadez, había disminuido su exposición pública.
Para el 12 de abril de 2010, Lina había escrito una carta para una amiga, en donde expresaba su tristeza, pero sin llegar a alarmarla. Al día siguiente, después de una supuesta reunión con sus padres, su asistente y su contador, se encerró en su habitación, después de unos momentos, se habría arrojado al vacío.
Sus padres se habían instalado cerca de su casa para acompañarla en la difícil situación que atravesaba. Además, llevaba realizando terapia desde hacía algunos años.
La noticia de su fallecimiento generó un gran impacto y hasta la fecha continua conmoviendo.
A años de su partida, sus amigos no dejan de mencionar la linda personalidad que la caracterizaba, así como la cantidad de sueños y planes que tenía, los cuales “quedaron opacados por la tristeza de su alma”, así lo externó una de sus amigas más cercanas de aquel entonces.
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