Efectos del inmenso lago que desapareció misteriosamente en la Antártida
Han pasado dos años desde que desapareció repentinamente un lago formado sobre la plataforma de hielo Amery
Uno de los acontecimientos que han sido objeto de estudio por parte de especialistas, es la repentina desaparición en 2019, de un lago formado sobre la plataforma de hielo Amery en la Antártida.
Recientemente un equipo científico internacional con expertos del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego de Estados Unidos a la cabeza, publicó en la revista académica Geophysical Research Letters su conclusión, la cual ratifica el proceso de debilitamiento de los hielos en la zona.
Roland Warner, glaciólogo de la Asociación del Programa Antártico Australiano de la Universidad de Tasmania, expresó que se cree que el peso del agua acumulada en el lago abrió una fisura en la plataforma de hielo, un proceso conocido como hidrofractura, que hace que el agua drene rápidamente hacia el océano que se encuentra bajo esta capa de hielo.
Eso provocó el colapso de plataformas de hielo más pequeñas en la Península Antártica, donde si bien el agua de deshielo que se forma en la superficie de las plataformas de hielo es frecuente durante el verano austral, no sucede atravesando un hielo con un espesor de mil 400 metros como en esta ocasión.
La masa de agua superficial que desapareció tenía un tamaño de entre 600 y 750 millones de metros cúbicos, y el hallazgo sucedió gracias a observar las imágenes de satélites. En poco más de una semana, la zona que estaba cubierta de agua apareció con una gran depresión o cavidad, sin explicación alguna.
El instrumento láser de luz verde del satélite ICESat-2 de la NASA, también tiene evidencia del caso: la superficie del hielo cayó hasta 80 metros en la cavidad. A pesar de que la pérdida de la carga de agua hizo que la plataforma de hielo flotante se volviera más ligera, la presión del océano hizo que se flexionara hacia arriba. Con ello, el entorno inmediato del lago se elevó hasta 36 metros, expresó la coautora Helen Amanda Fricker, glacióloga de la Institución de Oceanografía Scripps.
Todo ello aumenta riesgo de una hidrofractura generalizada, lo cual podría provocar el colapso de las plataformas y permitir una descarga más rápida de las capas de hielo conectadas a tierra y el aumento del nivel del mar.
El coautor Jonathan Kingslake, profesor del Observatorio Terrestre Lamont Doherty en la Universidad de Columbia detalló que el hecho fue aparentemente la culminación de décadas de acumulación y almacenamiento de agua derretida.
Si bien los límites de la Antártida, junto con el resto del mundo, están experimentando un calor sin precedentes, los investigadores no pueden concluir que el cambio climático sea el responsable en este momento. Aunque mantienen una conexión cercana con dichos eventos, ya que por ejemplo el Círculo Polar Ártico ha experimentado temperaturas de hasta 48 ° C recientemente.
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