En menos de dos semanas, cuatro niños pierden a sus padres por coronavirus

Una familia conformada por 6 personas quedó rota por el covid-19. Y es que la pareja conformada por Lydia Rodríguez de 42 años y su esposo Lawrence de 49, perdieron la batalla contra el coronavirus, dejando a sus cuatro hijos en la orfandad.

Lydia falleció el lunes 16 de agosto, tan solo dos semanas después de su marido. La familia no se había recuperado por la pérdida del padre, cuando la madre también tuvo que decir adiós a sus cuatro pequeños. Dottie Jones, prima de la recién fallecida expresó su asombro y pidió seguir orando por su familia.

La pareja tenía 21 años de vida matrimonial y junto a sus cuatro hijos residían en La Marque, ciudad ubicada al sureste de Houston, Texas. En Estados Unidos la vacuna es gratis y se encuentra disponible para mayores de 12 años; sin embargo Lydia y Lawrence Rodríguez no habían recibido ninguna dosis.

Este hecho motivó a sus conocidos no vacunados a solicitar su vacuna por miedo a repetir el trágico final que tuvieron los Rodríguez, pues no solo perdieron la vida sino que dejaron a sus hijos sin el cobijo de una familia.

Jones, quien es enfermera neonatal en el hospital de Sugar Land, Texas y que conocía de cerca el terror del covid-19, comentó que su prima no creía en las vacunas, a pesar de que ella le contaba las experiencias que presenciaba en el hospital, viendo a un paciente tras otro conectados a un respirador.

Lawrence pensaba de la misma forma que su esposa y también se negó a vacunarse. Aunque creían que la enfermedad no los iba a atacar, a principios de julio toda la familia dio positivo a coronavirus, sin embargo guardaron en secreto la enfermedad hasta que ambos padres sintieron problemas para respirar y tuvieron que ser ingresados en el hospital.

Mientras tanto los niños, que también eran positivos a covid-19, guardaron cuarentena en casa sin mayor dificultad pues fueron asintomáticos. Ninguno de ellos estaba vacunado. Unos días antes de morir Lawrence pareció mejorar y solicitó que le pusieran la vacuna, sin embargo murió unas horas después.

En sus últimos instantes de vida, Lydia le pidió a su prima que le prometiera que sus hijos recibieran la vacuna. Jones guardó la promesa e hizo una colecta por sus sobrinos huérfanos que hasta el momento han recaudado 50 mil dólares.

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