Por error, famosa cadena sirve donas... ¡con sangre humana!
Una pareja fue a comprar donas pero detectaron que algo andaba mal en su pedido; “¿Qué pasa si están infectados con el VIH, la hepatitis o cualquier otra cosa?”.
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Por error, famosa cadena sirve donas... ¡con sangre humana!
ESPECIAL.- Una pareja se llevó una desagradable experiencia al detectar que la orden que le entregaron en el establecimiento de una famosa cadena de donas contenía sangre.
Magela y Rodrigo Esquivel compraron un par de donas la noche del domingo 16 de febrero en un negocio en Miami. Ella comenzó a comer su rosquilla de crema de Boston y le entregó una llena de gelatina a su esposo.
Sin embargo, una de las donas tenía algo más que el relleno habitual: era sangre. Magela recordó que la mano de la empleada que les sirvió su orden estaba envuelta en una servilleta, por lo cual ambos regresaron al establecimiento.
En una grabación que se tomó durante el incidente, se observa a la empleada con el dedo aún envuelto.
“Mi dona estaba llena de sangre. Mi servilleta y mi bolso están llenos de sangre”, le dijo la clienta.
La empleada afirmó que acababa de enterarse de que estaba cortada y que se estaba limpiando. “Te daré otra dona”, le dijo.
La mujer se negó a aceptar otra dona y dijo que detuvo la grabación porque sintió náuseas y vomitó.
En una entrevista a un medio local indicaron que posiblemente interpondrían una demanda contra la empresa.
“¿Qué pasa si están infectados con el VIH, la hepatitis o cualquier otra cosa”, decía Rodrigo Esquivel. Su esposa, Magela, también decía que estaba “muy preocupada” por las consecuencias en su salud a largo plazo.
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ESPECIAL.- Una pareja se llevó una desagradable experiencia al detectar que la orden que le entregaron en el establecimiento de una famosa cadena de donas contenía sangre.
Magela y Rodrigo Esquivel compraron un par de donas la noche del domingo 16 de febrero en un negocio en Miami. Ella comenzó a comer su rosquilla de crema de Boston y le entregó una llena de gelatina a su esposo.
Sin embargo, una de las donas tenía algo más que el relleno habitual: era sangre. Magela recordó que la mano de la empleada que les sirvió su orden estaba envuelta en una servilleta, por lo cual ambos regresaron al establecimiento.
En una grabación que se tomó durante el incidente, se observa a la empleada con el dedo aún envuelto.
“Mi dona estaba llena de sangre. Mi servilleta y mi bolso están llenos de sangre”, le dijo la clienta.
La empleada afirmó que acababa de enterarse de que estaba cortada y que se estaba limpiando. “Te daré otra dona”, le dijo.
La mujer se negó a aceptar otra dona y dijo que detuvo la grabación porque sintió náuseas y vomitó.
En una entrevista a un medio local indicaron que posiblemente interpondrían una demanda contra la empresa.
“¿Qué pasa si están infectados con el VIH, la hepatitis o cualquier otra cosa”, decía Rodrigo Esquivel. Su esposa, Magela, también decía que estaba “muy preocupada” por las consecuencias en su salud a largo plazo.
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ESPECIAL.- Una pareja se llevó una desagradable experiencia al detectar que la orden que le entregaron en el establecimiento de una famosa cadena de donas contenía sangre.
Magela y Rodrigo Esquivel compraron un par de donas la noche del domingo 16 de febrero en un negocio en Miami. Ella comenzó a comer su rosquilla de crema de Boston y le entregó una llena de gelatina a su esposo.
Sin embargo, una de las donas tenía algo más que el relleno habitual: era sangre. Magela recordó que la mano de la empleada que les sirvió su orden estaba envuelta en una servilleta, por lo cual ambos regresaron al establecimiento.
En una grabación que se tomó durante el incidente, se observa a la empleada con el dedo aún envuelto.
“Mi dona estaba llena de sangre. Mi servilleta y mi bolso están llenos de sangre”, le dijo la clienta.
La empleada afirmó que acababa de enterarse de que estaba cortada y que se estaba limpiando. “Te daré otra dona”, le dijo.
La mujer se negó a aceptar otra dona y dijo que detuvo la grabación porque sintió náuseas y vomitó.
En una entrevista a un medio local indicaron que posiblemente interpondrían una demanda contra la empresa.
“¿Qué pasa si están infectados con el VIH, la hepatitis o cualquier otra cosa”, decía Rodrigo Esquivel. Su esposa, Magela, también decía que estaba “muy preocupada” por las consecuencias en su salud a largo plazo.
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