Leyenda de la Calle del Truco donde el juego es el gran nivelador
Se dice que cuando todo está completamente solo, se aparece un hombre vestido con una larga capa y un sombrero que apenas deja ver sus ojos y su envejecido rostro
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Cuenta la leyenda que… Hace muchos años, en una casa ubicada en la ahora conocida Calle del Truco, un hombre perdió a su esposa y su fortuna en una noche durante un juego de cartas, lo cual no pudo soportar y lo llevó a quitarse la vida de forma trágica.
A principios del siglo XVII, en la antes llamada calle Guadalajareños, casi a un costado de la Basílica de Nuestra Señora de Guanajuato, vivían unos comerciantes españoles que gustaban mucho del juego. Con el tiempo, su casa se fue convirtiendo en un centro de reunión donde, después de las 6 de la tarde, las personas adineradas acudían a jugar para apostar sus riquezas.
El juego favorito de todos era uno llamado “El Truco”, en el cual los participantes podían perder grandes cantidades de dinero, lo cual aumentó la popularidad de la casa al punto que este nombre fue adoptado por la casa y la calle en la que se encontraba.
Un día, un hombre llamado Ernesto que solía frecuentar continuamente la casa, sintió que tendría suerte y comenzó a jugar varias partidas. Sin embargo, en un momento fue retado por un hombre misterioso a jugar la baraja, y, debido a que era adicto al juego y se sentía afortunado, no pudo negarse.
Conforme pasaban las horas, Don Ernesto fue perdiendo poco a poco sus bienes hasta quedarse sin su casa y fortuna.
Desesperado por recuperar todo lo perdido, le pidió a su contrincante que le diera una última oportunidad, a lo cual éste accedió, acercándose a él para susurrarle unas palabras al oído. Ante esto, Ernesto quedó helado; sin embargo, aunque esto le inquietó, aceptó jugar. Sin embargo, cuando menos lo esperó volvió a perder ante aquel misterioso hombre.
Cual fue la sorpresa de todos al saberse que Don Ernesto había apostado a su esposa contra aquel hombre, y que éste no era un ser humano sino el mismísimo diablo, el cual después de esa partida se llevó a su esposa e hijo; aunque otros cuentan que ésta, ante al enterarse que había sido apostada, cayó al suelo y murió al instante. Sin importar cuál versión se tome en cuenta, las personas narran que no pudo soportar quedarse sin nada, y decidió tomar una pistola para quitarse la vida.
Desde entonces, se dice que, en medio de la noche, cuando todo está completamente solo, se aparece un hombre llamado Ernesto, vestido con una larga capa y un sombrero que apenas deja ver sus ojos y su envejecido rostro.
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